Una vela no se enciende sin el proceso químico producido por un fósforo u otra llama en contacto con la mecha de una vela. Sin las interacciones con el ambiente, la sociedad, el mercado, la infraestructura, etc., los seres humanos no pueden crear soluciones para la humanidad – o luz donde hay oscuridad. De la misma forma, una empresa no puede existir sin interacción con sus clientes internos o externos. Peter Drucker decía que "el propósito de un negocio es crear y mantener un cliente." La conexión caracteriza nuestra sociedad post-industrial. Tenemos que construir empresas que aprovechen de las interacciones con otros sistemas complejos en nuestro entorno si queremos seguir relevantes para nuestros clientes y la sociedad en general.
Muchos consultores y expertos tratan de simplificar negocios, el liderazgo, la administración de empresas en puntos claves para el éxito. Sin embargo, nos equivocamos si pensamos que administrar negocios en nuestra era post-industrial es sencilla o linear; es todo lo contrario y la complejidad es una hermosa oportunidad para trabajar mejor y con herramientas que nos permitan sacar provecho de interacciones dinámicas que generen valor.
Esko Kilpi, consultor finlandés, dice que la firma normalmente es considerada como una entidad que está separada de sus miembros: una vez realizadas las inversiones financieras específicas, la empresa se define por la propiedad de los activos físicos y el poder que la gente que hizo estas inversiones tengan. El objetivo es servir a los intereses de los propietarios: las personas que hicieron la inversión financiera. En los años setenta Milton Friedman del “Chicago School of Economics” decía que el propósito de cualquier negocio es maximizar ganancias para sus accionistas.
En nuestra era, interacciones entre personas interdependientes y la empresa presentan una oportunidad para conectar intereses; podemos fomentar interacción y creación de valor en la empresa en vez de existir fuera de estas oportunidades. Por esto es que el futuro pertenece a estas empresas que no solo maximizan ganancias para los accionistas sino que sirven a sus clientes y conectan sus intereses ¿Cómo re-imaginar la empresa para que la firma exista como punto de encuentro - como una vela donde interacciones entre varios elementos se hacen una llama fuerte y brillante?
El anhelo, por supuesto, es el equilibrio complementario entre crecer el capital humano, desarrollar el negocio y los retornos financieros. Sin embargo, el desafío es redefinir y re-imaginar el concepto de la firma para poder alcanzar este equilibrio. Tal vez nuestra idea de la firma ha estado basada en producción masiva, procesos operativos e inversión en activos, o simplemente hacer dinero por hacer dinero. Si consideramos nuestras empresas como plataformas para interacciones entre ideas y recursos también podemos aprovechar de oportunidades de negocios que pensábamos que eran inalcanzables – a través de interacciones vivas entre “stakeholders.”
Como dice Kilpi: “una empresa del futuro puede consistir en diez millones de personas trabajando conjuntamente por diez minutos.” Hay empresas que han sidas exitosos (Airbnb, Facebook, WhatsApp, Uber, PayPal etc) solo haciendo uso de plataformas que unen intereses, recursos y personas interdependientes. Definitivamente, todo es una interacción y los resultados dependen de cómo y cuánto aprovechamos de estas interacciones.