Según el indicador NCSI, que mide la preparación y gestión de los países, Chile logró dar un salto notable para pasar del puesto número 54 a nivel mundial al 33, sobrepasando a Panamá y Colombia.
Los constantes ciberataques vividos recientemente por la banca y otras entidades públicas en Latinoamérica elevaron la alerta de los países por su seguridad. Uno de los más afectados en ese sentido fue Chile. Sin embargo, el país austral parece haber tomado medidas efectivas en su preparación para posicionarse en el lugar 33° a nivel mundial y como el primer latinoamericano según el National Cyber Security Index (NCSI).
El NCSI, preparado por la e-Governance Academy Foundation de Estonia, mide la preparación de los países para prevenir amenazas a la ciberseguridad y la gestión de incidentes. Por esto, se ha transformadoe en uno los indicadores de referencia en materia de seguridad cibernética a nivel global.
Según el indicador, Chile estaba en el puesto número 54 en mayo, detrás de Panamá y Colombia en nuestra región. Sin embargo, según la última entrega de noviembre, Chile avanzó 21 puestos, ocupando el primer lugar entre los once países latinoamericanos analizados (Ver detalle aquí).
A nivel regional, a Chile le siguen Panamá (50°), República Dominicana (55°), Perú (58°), Colombia (59°), México (61°) y Argentina (62°). A nivel continental, Chilese ubicó sólo por detrás de Estados Unidos (23°) y Canadá (31°).
Con periódicas actualizaciones, el NCSI permite revelar de manera más precisa el estado de los países evaluados, centrándose en cuatro aspectos medibles de la ciberseguridad implementados por los gobiernos: Legislación vigente (actos jurídicos, reglamentos, órdenes, etc); unidades establecidas (organizaciones existentes, departamentos, etc.); formatos de cooperación (comités, grupos de trabajo, etc.) y resultados (políticas, ejercicios, tecnologías, sitios web, programas, etc).
La reciente actualización de su Política Nacional (PNCS) con una estrategia que está comenzando a ejecutarse en distintos niveles, la lucha contra el ciber delito, identificación electrónica y en menor medida, la protección de servicios críticos fueron alguno de los campos donde Chile evidenció sus avances.