Ciencia y medicina trabajan a contrarreloj para encontrar una manera efectiva de frenar la expansión del COVID-19. China acaba de anunciar novedades al respecto. ¿Qué otros avances se están realizando?
Por Fran Castillo para Think Big. El nuevo coronavirus, COVID-19, es un virus que todo el mundo conoce desafortunadamente. Su origen se remonta en noviembre de 2019 cuando aparecieron los primeros casos en la ciudad china de Wuhan.
Este virus se transmite a un ritmo vertiginoso, debido a que su tasa de contagio, según indica la Organización Mundial de la Salud, es de 2 ó 3 nuevos contagios por persona.
Ante esta situación, muchos países han declarado el estado de alarma. Este es el caso de Italia, España, Alemania y Francia, que han decretado el confinamiento de la población salvo casos excepcionales.
Un gran reto en el campo de la medicina
Médicos de todo el planeta están trabajando codo con codo a la hora de prestar servicios médicos a los afectados. Por otra parte, en los laboratorios se está trabajando a gran velocidad para encontrar una vacuna contra el coronavirus.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el profesor polaco Maciej Drag, de la Universidad Tecnológica de Wroclaw (Polonia).
Su equipo de investigación, junto con los científicos de la Universidad de Lübeck (Alemania), han encontrado un inhibidor enzimático que destruye el virus. Esta enzima es única y no se halla en las personas, por lo tanto, no causaría efectos negativos en los pacientes.
"Si tratamos esta enzima a modo de cerradura, habríamos conseguido dar con la clave, aunque para ello hay que probar millones de combinaciones", explica Drag.
Estos resultados se encuentran bajo revisión y aún no se ha patentado para que la comunidad científica tenga acceso libre y gratuito con la finalidad de añadir aportaciones y así encontrar una solución definitiva.
Creando una vacuna
Mientras tanto, en España dos equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trabajan duro para conseguir una vacuna contra el coronavirus.
Estas investigaciones tienen dos objetivos: buscar una vacuna que proteja de la infección y desarrollar un tratamiento para curar a los afectados.
Los grupos científicos ya desarrollaron vacunas en los anteriores coronavirus que supusieron una amenaza en los últimos años: MERS y SARS. Ahora, el objetivo es conseguir una vacuna que proteja al 100% durante toda la vida.
Actualmente, las pruebas se encuentran en fase in vitro. Durante este procedimiento, el CSIC ha demostrado que el fármaco Aplidin, empleado para tratar el mieloma múltiple es capaz de frenar la multiplicación del coronavirus.
"El resultado es prometedor, porque este fármaco tiene una gran eficacia, pero aún queda probarlo contra el coronavirus mortal para el ser humano", indica el virólogo Luis Enjuanes, que dirige la investigación con Isabel Sola y Sonia Zuñiga en el laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid.
También indican que el procedimiento para comprobar este medicamento en humanos es largo, y se estima que podría ser "cuestión de dos o tres meses", según Enjuanes.
China y Estados Unidos comienzan sus ensayos clínicos en personas
Por su parte, Estados Unidos da un paso hacia delante en los avances de la vacuna contra el coronavirus. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), han iniciado ya el primer ensayo clínico con seres humanos para probar una vacuna que proteja frente al COVID-19.
En esta prueba se ha aplicado la vacuna a 45 voluntarios, todos ellos personas sanas con un rango de edad entre los 18 y 55 años. Esta fase inicial durará alrededor de seis semanas para comprobar la evolución de los voluntarios.
Chinese researchers have successfully finished design, recombination, and production of the novel #coronavirus #vaccine, and the #Covid_19 vaccine was approved for clinical trial on Monday night. pic.twitter.com/ImLx6sNNJB
— China Science (@ChinaScience) March 17, 2020
Por otra parte, China ha asegurado recientemente en un comunicado de su ministerio de defensa haber desarrollado de manera exitosa una vacuna para acabar con la cepa del nuevo coronavirus.
Una vez conocida esta noticia, el gobierno del país asiático ha dado luz verde para realizar las primeras pruebas en personas y posteriormente comenzar la producción a gran escala a la mayor brevedad posible.