Gracias a la recaudación de US$169 millones, la empresa y aplicación impulsará su crecimiento en la región e invertirá en tiendas propias.
Glovo, la compañía de delivery on-demand anunció su ronda de financiación Serie D por US$169 millones, la mayor recaudación de la app hasta la fecha. La acción fue dirigida por la firma internacional de capitales de riesgo Lakestar, la firma internacional de capitales de riesgo que ha invertido en Skype, Spotify, Facebook y Airbnb.
La recaudación fue acompañada por Drake, propietario de la franquicia mundial de Papa John´s, con el apoyo de nuevos inversionistas: Idinvest Partners, firma europea de capital privado y capital de riesgo, y Korelya Capital, compañia que apoya el crecimiento de empresas emergentes europeas.
"Estamos muy contentos de invertir detrás de Oscar y el equipo de Glovo. En tan solo 3 años han logrado construir una importante compañía y marca delivery on-demand en un gran número de países. La ambición de entregar "cualquier cosa" en menos de 30 minutos continuará cambiando el comportamiento y hábitos compra de comida, supermercado, y mucho más allá ", comenta Dharmash Mistry, socio de Lakestar.
Actualmente, Glovo emplea a más de 1.000 personas y, en promedio, lanza la aplicación en nueva ciudad cada cuatro días. En América Latina tiene una base de usuarios de más de 5,5 millones de personas y, con el lanzamiento más reciente en Puerto Rico, Glovo ahora sirve a 9 países y 25 ciudades de la región.
La start-up de origen español que ofrece delivery de “lo que sea”, desde comida hasta productos del supermercado y la farmacia, utilizará esta inyección de fondos para impulsar su crecimiento global y continuar invirtiendo en los mercados latinoamericanos, comenzando por consolidar su liderazgo en mercados como Argentina, Perú, y Ecuador, y continuando con la expansión en nuevos países de Centroamérica.
“América Latina es una región clave para Glovo, y esta nueva inyección de fondos nos permitirá continuar invirtiendo en la región, consolidando nuestra posición en los mercados donde ya logramos una operación exitosa, y expandiendo nuestra presencia hacia nuevos países y ciudades”, comenta Oscar Pierre, co-fundador y CEO de Glovo.
Al mismo tiempo, con el nombramiento de su nuevo VP de ingeniería, Mustafa Sezgin, Glovo apunta a contratar 300 nuevos ingenieros tecnológicos para que se sienten bajo el mando del ex Uber y SoundCloud. La start-up utilizará este creciente equipo de expertos en tecnología para crear una mejor experiencia de usuario y reducir el tiempo de espera de Glovers (repartidores).
Glovo también invertirá en el crecimiento de categorías como lavandería, alcohol, productos farmacéuticos, y pedidos de supermercado. Para acelerar aún más el crecimiento de las mismas, la start-up está invirtiendo en tiendas propias, más conocidas como dark stores. Estas tiendas pueden almacenar hasta 1,000 artículos, y agilizan la operación de los Glovers al punto de poder entregar pedidos dentro de los 20 minutos.
El año pasado, Glovo recaudó $134M en la Serie C de Seaya Ventures, Cathay Innovation y Rakuten Capital, con un total de fondos a la fecha de $322M.
Salida de Chile
Pero no todo son buenas noticias para Glovo. Desde abril, Glovo ya no opera en el mercado chileno, siendo absorbido por su competidora, PedidosYa.
Esta aplicación uruguaya, que opera en chile desde 2010, ha confirmado la adquisición de “ciertos activos” de Glovo en Chile y manifestó que “a través de esta operación nuevamente se posiciona a PedidosYa como líder indiscutido en el mercado local”.
Vale destacar que ambas firmas comparten un accionista: la alemana Delivery Hero, una de las compañías que lidera el mercado de los despachos de comida a nivel internacional.
Actualmente Pedidos Ya está presente en 400 ciudades de Latinoamérica, superando las 15 millones de descargas de su aplicación en el primer trimestre de 2019. En Chile cuenta con más de 6.000 comercios adheridos a la plataforma, 200 empleados y 2.000 repartidores que prestan servicios para la compañía.
En febrero, Glovo había cerrado su operación en Brasil "debido a la alta competencia que enfrentó en el segmento de la última milla".