Una portavoz del país asiático aseguró que Estados Unidos y otras naciones estarían alineados por intereses superiores, utilizando medios políticos para intervenir en la economía de China.
Una vocera del gobierno chino afirmó esta semana que, ni Estados Unidos ni otros países, han presentado alguna evidencia o prueba concluyente de que la firma tecnológica Huawei amenace su seguridad nacional y que ellos están alimentando temores por un interés propio superior.
Los críticos de Huawei habrían inventado las amenazas, haciendo uso indebido del poder estatal para “suprimir los derechos legítimos de desarrollo y los intereses de las empresas chinas” y ellos estarían “utilizando medios políticos para intervenir en la economía china”, aseguró la representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.
"Todos los países deben enfrentar los temas relevantes de manera objetiva, comprensiva, racional y correcta, en vez de inventar excusas de todo tipo en pro de intereses particulares a costa de otros, lo cual es hipócrita, inmoral e injusto", dijo la vocera.
Las palabras de Hua, que fueron emitidas durante una conferencia de prensa rutinaria, estuvieron entre las más ásperas hasta el momento en la disputa por los intentos del gobierno estadounidense por convencer a otros países para que saquen a Huawei de sus mercados argumentando razones de seguridad nacional.
Huawei es el principal proveedor mundial de equipamiento empleado por compañías de telecomunicaciones e Internet. La firma insiste en que es independiente y no representa amenaza alguna, pero es considerada por muchos gobiernos como un conducto para el espionaje por parte de las agencias de seguridad y las fuerzas armadas de China.
Con ese fundamento, países como Estados Unidos, Australia, Japón y otros han impuesto restricciones al uso de la tecnología fabricada por Huawei. La tecnológica insiste en que es independiente y no supone una amenaza para la seguridad de nadie.
Durante esta semana en Polonia, el Secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, reiteró la advertencia de que Washington podría afectar ciertas operaciones en Europa y otras regiones si esos países siguen haciendo negocio con Huawei.
Estados Unidos, afirmó Pompeo, “tiene sospechas de las motivaciones de Huawei en Europa, especialmente en la OTAN y en los países que integran la Unión Europea”.