Pese la tregua de la guerra comercial entre EE.UU. y China, que se concretó en Osaka y abrió las puertas a Huawei a vender pequeños componentes, la compañía tecnológica no podrá comercializar las redes 5G en el país norteamericano.
La Casa Blanca afirmó este martes que la firma china Huawei seguirá sin poder comercializar la tecnología 5G en EE. UU., aunque podrá vender pequeños componentes a empresas estadounidenses como fruto de la reciente tregua comercial entre Pekín y Washington.
"La política de Estados Unidos sobre Huawei en relación al 5G en el país no ha cambiado", dijo el principal asesor económico de la Casa Blanca, Peter Navarro, a la cadena CNBC. "Todo lo que hemos hecho, básicamente, es permitir a Huawei la venta de chips. Estos son artículos de baja tecnología que no afectan la seguridad nacional en absoluto", agregó.
Mira también: Huawei: "El gobierno de los EE.UU. amenaza con interrumpir el desarrollo global de 5G"
EE. UU. quiere liderar la carrera por el 5G
Navarro señaló que el presidente estadounidense, Donald Trump, "está comprometido con hacer que EE. UU. lidere la carrera por el 5G, construyendo compañías como Nokia y Ericsson en Europa para contribuir al proceso".
Actualmente, Huawei es muy popular en Europa y está liderando la batalla por el control de las redes 5G, que permiten navegar por internet con mucha más velocidad y podrían facilitar el desarrollo de vehículos autónomos y técnicas para hacer cirugía por control remoto.
Frente a ello, EE. UU. lidera una campaña global para impedir que Huawei desarrolle la tecnología 5G y ha llegado a presionar a la Unión Europea (UE) para que restrinja la actividad de la compañía.
En la reciente cumbre del G20, Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron una nueva tregua en su guerra comercial, por la que Washington frenó la imposición de nuevos aranceles a China y accedió a permitir que las empresas estadounidenses vendan productos a Huawei.
Hasta ahora, se han desvelado pocos detalles sobre las medidas que Washington tomará respecto a Huawei y, de hecho, el Departamento del Tesoro todavía debe decidir si levanta un veto que impuso en mayo a la compañía y que le impide hacerse con componentes estadounidenses.
En concreto, el Departamento del Tesoro incluyó a mediados de mayo a Huawei en una lista negra que impide a las empresas estadounidenses proporcionarles componentes originales sin la aprobación del Gobierno, por sospechar que la firma china pudiera aprovechar esos sistemas para el espionaje.