La Oficina del Representante Comercial estadounidense aseguró que hubo progresos en las negociaciones tras una nueva llamada entre las partes y que las conversaciones continuarán a un nivel de delegados.
Las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China avanzaban bien y Washington apunta a firmar un acuerdo inicial este mes, dijeron el viernes funcionarios de alto rango del gobierno de Donald Trump, ofreciendo tranquilidad a los mercados mundiales después de casi 16 meses de disputa arancelaria.
Las dos economías más grandes del mundo alcanzaron consensos este viernes, después de conversaciones entre sus principales negociadores, informó la agencia de noticias estatal china Xinhua.
Los negociadores de Estados Unidos y China habían conseguido "enormes avances" hacia la finalización de la primera fase de un acuerdo, pero que aún no estaba 100% completa, dijo el viernes el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, a periodistas.
El representante comercial de Estados Unidos (USTR), Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, avanzaron en varios asuntos durante una llamada telefónica con el viceprimer ministro chino, Liu He, y estaban trabajando para resolver problemas pendientes, dijo el USTR en un comunicado.
Kudlow y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, hablaron en términos optimistas sobre el acuerdo en sendas entrevistas el viernes.
Las dos partes ya habían estado cerca de un acuerdo en mayo, pero las conversaciones fracasaron cuando China se retractó de un compromiso para cambiar sus leyes de propiedad intelectual, las transferencias forzadas de tecnología y otras prácticas, según funcionarios estadounidenses.
Por ahora, dijo Kudlow, los aranceles planeados de Estados Unidos para computadoras portátiles, juguetes y otros productos fabricados en China, que entrarán en vigencia el 15 de diciembre, siguen sobre la mesa.
La decisión de si se establecerán la tomará el presidente Donald Trump, agregó.
Washington todavía espera firmar el acuerdo este mes, dijo Kudlow, pese a que Chile desistió de ser el anfitrión de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico, donde se esperaba que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, firmaran el acuerdo.