Las voces que se oponen a los aranceles, tanto fuera como dentro del Gobierno, ven la crisis del coronavirus como la mejor oportunidad para reducir al menos algunos impuestos de importación.
Washington. Mientras el presidente Donald Trump busca modos de amortiguar el golpe económico de la rápida propagación del coronavirus, grupos industriales, legisladores e incluso algunos representantes del Gobierno están reviviendo una petición previa: reducir los aranceles sobre productos chinos y otros bienes importados.
Las voces que se oponen a los aranceles, tanto fuera como dentro del Gobierno, ven la crisis del coronavirus como la mejor oportunidad para reducir al menos algunos impuestos de importación desde que se llegó a un acuerdo comercial de "Fase Uno" entre Estados Unidos y China en diciembre.
Dicen que la revocación de una política proteccionista de Trump podría ahorrar a las empresas y consumidores estadounidenses miles de millones de dólares y enviar una señal positiva a los inversores, que este jueves hundieron un 10% las plazas de renta variable de Estados Unidos.
Los aranceles de hasta el 25% se mantienen sobre unos US$370.000 millones de importaciones de bienes chinos al año. La administración Trump pasó la factura de US$48.100 millones a los importadores estadounidenses en tasas de aduana en los últimos 20 meses sobre los productos chinos por el arancel de la "Sección 301", de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
"Este es un impuesto que está totalmente dentro de las autoridades de la rama ejecutiva, por lo que pueden dar muy rápidamente a las empresas y consumidores estadounidenses un recorte de impuestos mediante el levantamiento de los aranceles que están en vigor", dijo la congresista Stephanie Murphy a Reuters el jueves.
La demócrata de Florida instó el miércoles al representante de comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, a declarar una "distensión" comercial mediante la eliminación de los aranceles sobre los productos chinos y europeos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas.
Lighthizer, que durante tres años ha liderado los esfuerzos de la administración Trump para imponer aranceles a los productos chinos, "no fue receptivo a la idea" durante una reunión a puerta cerrada con los miembros de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, dijo Murphy.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-China (USCBC, por sus siglas en inglés) también está presionando para que tanto China como Estados Unidos reduzcan sus aranceles como una forma de ayudar a ambas economías a capear las presiones causadas por el coronavirus.
"Ambas economías están sufriendo un desafío común", dijo el presidente del USCBC, Craig Allen. "Ambas partes deberían aprovecharlo como una oportunidad para frenar el daño autoinfligido que causan los aranceles".
Pero hubo diferentes puntos de vista sobre los aranceles dentro de la administración Trump, dijo Allen, sin "un claro consenso para avanzar en la reducción de los aranceles, por más obvio que sea en el interés de ambos países".