Trump dijo este martes que los equipos de ambas partes comenzarían los preparativos para que los líderes se sentaran en la cumbre del G20 en Osaka. China, que anteriormente se negó a decir si los dos líderes se reunirían, confirmó la reunión.
Washington. China y Estados Unidos están reavivando las conversaciones comerciales antes de una reunión la próxima semana entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, animando a los mercados financieros con la esperanza de que baje la intensidad de la guerra comercial entre los dos países.
Trump dijo este martes que los equipos de ambas partes comenzarían los preparativos para que los líderes se sentaran en la cumbre del G20 en Osaka. China, que anteriormente se negó a decir si los dos líderes se reunirían, confirmó la reunión.
"Tuve una muy buena conversación telefónica con el presidente chino Xi. Tendremos una reunión ampliada la semana que viene en el G-20 en Japón. Nuestros respectivos equipos comenzarán las conversaciones antes de nuestra reunión", dijo Trump en un post en Twitter.
Las dos economías más grandes del mundo se encuentran en medio de una costosa disputa comercial que ha tensionado los mercados financieros y dañado la economía mundial.
Las conversaciones para llegar a un amplio acuerdo se interrumpieron el mes pasado después de que altos cargos estadounidenses acusaran a China de desistir de los compromisos previamente acordados. La interacción entre las dos partes desde entonces ha sido limitada, y Trump ha amenazado, repetidamente, con aplicar más aranceles a los productos chinos en una escalada que las empresas de ambos países quieren evitar.
En un discurso pronunciado este martes por la noche para lanzar formalmente su campaña de reelección de 2020, Trump dijo que había tomado "medidas históricas para hacer frente a los crónicos abusos comerciales de China".
"Debería haberse hecho hace mucho tiempo, pero los días de robar puestos de trabajo y empresas estadounidenses, ideas y riqueza estadounidenses, esos días se acabaron", dijo Trump en un mitin abarrotado en Orlando, Florida.
Representantes de la Casa Blanca se negaron a entrar en detalles sobre los preparativos o los resultados esperados de las conversaciones en Japón, pero ambas partes reiteraron sus posiciones: los responsables estadounidenses pidieron cambios estructurales en la economía china y en la forma en que Pekín trata a las empresas estadounidenses; China pidió diálogo en lugar de aranceles caros.