Las conversaciones coinciden con la reanudación de las tensiones en torno al comercio y la frontera, después de dos años de incertidumbre provocada por el empuje del presidente Donald Trump para reformar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Mérida, México.- El gobierno mexicano y líderes empresariales se reúnen este viernes con sus homólogos estadounidenses por segundo día consecutivo, buscando presionar para la ratificación de un acuerdo comercial, eliminar demoras en la frontera que están dañando a exportadores y discutir aranceles a los metales.
Las conversaciones coinciden con la reanudación de las tensiones en torno al comercio y la frontera, después de dos años de incertidumbre provocada por el empuje del presidente Donald Trump para reformar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y la secretaria de Economía mexicana, Graciela Márquez, se reúnen el viernes en la ciudad mexicana de Mérida, en la Península de Yucatán, al margen del llamado U.S.-Mexico CEO Dialogue.
Su encuentro se centrará en la ratificación del acuerdo que remplaza al TLCAN, llamado en México T-MEC, así como en una disputa sobre el comercio del tomate y los aranceles al acero y al aluminio que la administración Trump impuso a México hace casi un año bajo la “Sección 232”, dijo Márquez a Reuters.
Márquez podrá llegar a la reunión poniendo por delante una ley laboral aprobada el jueves en la Cámara de Diputados, una legislación que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, considera clave para convencer a los demócratas que desconfían del T-MEC.
En lo alto de la agenda estarán los retrasos en la frontera México-Estados Unidos, que han costado millones de dólares a empresas de ambos lados, obligando a algunos exportadores a recurrir a costosos fletes aéreos para cumplir con calendarios de entrega y afectando a la industria automotriz.
Los retrasos comenzaron a finales del mes pasado, después de que Trump amenazara con cerrar la frontera si México no detenía a los miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que buscan asilo en Estados Unidos.
Trump no cerró la frontera, pero su administración reasignó a varios cientos de agentes fronterizos para que se ocuparan de la afluencia de migrantes, lo que provocó escasez de personal que provocó grandes retrasos en el tráfico transfronterizo.
“Yo espero que si existe el problema de la lentitud en el transportar mercancías y el pasar las aduanas pues que esto se vaya ir normalizando”, dijo temprano el viernes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien más tarde en el día participará en las conversaciones.
El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos enviará a unos 100 agentes a la frontera mexicana para acelerar los tiempos de cruce, dijo el jueves la representante demócrata Veronica Escobar, de Texas, quien señaló que había sido informada por el Comisionado Adjunto de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, Robert Pérez.
Márquez dijo que el acero estructurado también se discutirá, después de que la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos dijo el mes pasado que los productores de ese país estaban siendo perjudicados por las importaciones de Canadá, China y México.
“No se dio el gran anuncio del cierre de la frontera, pero a cambio nos quedamos en una situación peor que es menos atención a la frontera”, dijo Márquez. “Son cuestiones que nos afectan mucho y que no tenemos ningún instrumento para detenerlo”, subrayó.
En declaraciones preparadas, Ross subrayó la posición de México como el segundo mercado de exportación más grande para Estados Unidos y su tercer socio comercial, diciendo que las “economías integradas generaron más de US$678.000 millones en el comercio bilateral de bienes y servicios el año pasado”.
“El trabajo de este grupo es explorar conjuntamente el papel que el sector privado puede desempeñar en la creación de las condiciones económicas necesarias para mejorar las vidas de las personas en el sur de México y América Central”, dijo Ross.
México está ansioso por despertar el interés de los inversionistas en proyectos estratégicos en estados del sureste y disipar cualquier temor sobre cómo López Obrador ha estado manejando la economía del país, la segunda más grande de América Latina, desde que asumió el cargo en diciembre.
López Obrador tiene previsto ofrecer un discurso de clausura en el evento más tarde en el día.