La secretaria de Economía de México, Graciela Márquez, dijo este domingo que acordó reunirse el lunes en Washington con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.
Ciudad de México.- Autoridades mexicanas y estadounidenses se aprestaban este domingo a iniciar anticipadamente negociaciones para evitar un nuevo conflicto comercial, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondría aranceles a los bienes mexicanos como medida de presión por la inmigración ilegal.
La secretaria de Economía de México, Graciela Márquez, dijo este domingo que acordó reunirse el lunes en Washington con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dos días antes de la fecha anunciada por ambos gobiernos para comenzar las negociaciones sobre las nuevas medidas de Trump.
El mandatario estadounidense dijo que impondrá gradualmente aranceles desde un 5% hasta el 25% a partir del 10 de junio a las mercancías importadas desde México, si su vecino del sur no frena el flujo de la inmigración ilegal a través de su frontera.
De materializarse, la medida causaría un gran daño económico a México, que envía cerca de un 80% de sus exportaciones a su primer socio comercial, Estados Unidos.
Trump volvió a lanzar duras críticas a la nación latinoamericana el domingo. "México está enviando una gran delegación para hablar sobre la frontera. El problema es que han estado 'hablando' durante 25 años. Queremos acción, no hablar", dijo en Twitter.
En un acto la tarde del domingo para dar inicio a la construcción de una refinería petrolera en el sur mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que enviaría un memorando al pueblo estadounidense.
"El gobierno de México es amigo del gobierno de Estados Unidos (...) El presidente de México quiere seguir siendo amigo del presidente Donald Trump. Pero, sobre todo, los mexicanos somos amigos del pueblo estadounidense (...) Juremos que nada ni nadie separe nuestra bonita y sagrada amistad", dijo.
En la víspera, López Obrador había expresado que espera "buenos resultados" del encuentro del miércoles debido a que percibe un ambiente favorable al diálogo.
Delegación.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, encabeza la delegación mexicana, que incluye a Márquez. La secretaria de Economía dijo que habló con su Ross durante la inauguración del nuevo presidente de El Salvador el sábado, aunque no entregó detalles.
Se espera que Ebrard se reúna el miércoles con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para conversar sobre la nueva crisis, aunque los funcionarios mexicanos dicen que sostendrán otras reuniones antes de esa fecha.
El ultimátum de Trump ha afectado los mercados mexicanos y las acciones globales, pero encontró resistencia por parte de líderes empresariales y legisladores estadounidenses preocupados por el impacto de apuntar a México, el primer socio de Estados Unidos en el primer trimestre según datos oficiales.
En su cuenta de Twitter, Trump también se enfrentó más temprano el domingo a las compañías estadounidenses que operan en México.
"Nuestras muchas empresas y trabajos a los que se les ha permitido tontamente mudarse al sur de la frontera, serán devueltos a Estados Unidos a través de aranceles", escribió Trump. "¡Estados Unidos ha tenido suficiente!"
Aunque López Obrador dijo el sábado que México no quiere entrar en una guerra comercial, se reservó el derecho de buscar un arbitraje legal internacional si se agrava la disputa. Entretanto, algunos grupos empresariales mexicanos han instado al gobierno a contraatacar los gravámenes de Trump.
El viernes, el principal grupo industrial agroalimentario de México dijo que el país debería apuntar a los productos agrícolas de los estados que apoyan al Partido Republicano de Trump, si el líder estadounidense concreta sus nuevas amenazas arancelarias.
Las detenciones en la frontera de Estados Unidos con México han aumentado en los últimos meses, aunque los datos mexicanos también muestran más deportaciones y aprehensiones en la frontera sur de México con Guatemala, en su mayoría de los centroamericanos que intentan llegar al gigante del norte.
La mayoría de los migrantes huyen de la violencia y la pobreza generalizadas en Guatemala, Honduras y El Salvador. Muchos buscan asilo en Estados Unidos cuando cruzan la frontera.