Cuando le preguntaron si aún confiaba en que podría llegar a un acuerdo con China, respondió: "Claro, tengo confianza, pero si no hacemos un buen trato para nuestro país, no lo haría", dijo Trump.
Washington. El presidente Donald Trump dijo este viernes que confía en que Estados Unidos pueda cerrar un acuerdo comercial con China, pero agregó que cree que a su país le iría muy bien con o sin un acuerdo con la gran economía asiática.
Cuando le preguntaron si aún confiaba en que podría llegar a un acuerdo con China, respondió: "Claro, tengo confianza, pero si no hacemos un buen trato para nuestro país, no lo haría", dijo Trump.
Al ser consultado acerca de un informe en el que China dice que no estaba seguro sobre un acuerdo comercial y que una reunión con el presidente Xi Jinping podría no ocurrir, Trump dijo que no había escuchado nada de eso.
"Creo que lo estamos haciendo bien. Lo haremos muy bien de cualquier manera, con o sin un acuerdo", reiteró.
Más temprano este viernes, el asesor comercial de la Casa Blanca Clete Willems, dijo que ambos países han logrado progresos en las conversaciones, aunque todavía queda mucho por hacer.
Las preocupaciones de que Trump aceptará un mal acuerdo comercial con China son "totalmente inexactas", dijo Willems en un evento.
Las exportaciones de China fueron las más bajas en tres años en febrero, mientras que las importaciones cayeron por tercer mes consecutivo, lo que apunta a una mayor desaceleración de la economía y alentó a hablar de una "recesión comercial", a pesar de una serie de medidas de apoyo.
Los datos cada vez más débiles de China se producen en medio de meses de intensas negociaciones entre Washington y Pekín destinadas a poner fin a su disputa comercial.
Este miércoles, EE.UU. informó que el déficit del comercio de bienes con China aumentó a un máximo histórico el año pasado, destacando uno de los puntos clave.
Las acciones chinas cayeron más de un 4% este viernes después de que los datos mostraron que las exportaciones se contrajeron, lo que aumentó los temores de la economía mundial y llevó a las acciones globales a niveles mínimos de tres semanas.
