Con datos de 2010, Monterrey encabeza el listado de aquellas ciudades que tienen mayores ingresos y a la vez los costos de vida más bajos. En el otro extremo está Rio de Janeiro.

Una familia de cuatro miembros de Monterrey cuyo ingreso mensual durante 2010 fue de US$6.000, podría considerarse matemáticamente en el promedio de ingresos de la ciudad. Eso, si asumimos en un ejercicio teórico, que el PIB per cápita representa de alguna manera la capacidad adquisitiva de los habitantes de un territorio determinado.

Si además consideramos que Monterrey es una de las ciudades con menor costo de vida, según Mercer, entonces esa familia teórica es la que tiene el mayor poder adquisitivo de la región. Estando muy por encima de su símil de Rio de Janeiro, cuyos ingresos mensuales promedio serían de US $ 4.000, para vivir en la ciudad con el costo de vida más alto de la región, tras Sâo Paulo.

Claro. Se trata de un indicador simple, que cruza las variables de PIB per cápita de 30 ciudades latinoamericanas, con el indicador de costos de vida de Mercer, por lo que no se consideran otra serie de factores que desdibujan la representatividad de esta próspera familia del norte de México y la más atribulada familia carioca, entre otras cosas porque no contempla las enormes diferencias sociales que Monterrey y Rio comparten con todo el resto de las ciudades latinoamericanas, y porque el dato responde a 2010, y en un año cambian mucho las cosas.

Aún así, es interesante el ejercicio de construir este índice de poder adquisitivo para 30 ciudades latinoamericanas, pues refleja el potencial de consumo estándar que tiene la renta de una ciudad en condiciones de distribución ideal del producto generado.

¿Cómo está ubicada su ciudad?

En el gráfico, fuera de Monterrey que se escapa en la base 100 del índice, se ordena las ciudades a través de colores. Con naranjo están aquellas que están por encima de los 60 puntos, por lo que tienen un considerable potencial de poder adquisitivo. En azul, están aquellas entre la cota de los 60 puntos y el promedio de América Latina, y en verde, aquellas en el que el poder adquisitivo puede llegar a ser un problema, claro que, siempre en los márgenes teóricos de este ejercicio.