En virtud del acuerdo, China agilizará en nueve meses la anterior fecha límite de diciembre de 2020 para eliminar los límites de propiedad extranjera sobre sociedades de valores, lo cual incluye la banca de inversión y aseguramiento, y los intermediarios en los mercados de valores.
Washington. La firma del esperado acuerdo comercial entre Estados Unidos y China abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio para las empresas estadounidenses que quieran acceder al sector financiero chino, valorado en US$40 billones, si bien muchos de los cambios de escenario comenzaron a producirse el año pasado, cuando Pekín aceleró el ritmo de apertura.
En virtud del acuerdo, China agilizará en nueve meses la anterior fecha límite de diciembre de 2020 para eliminar los límites de propiedad extranjera sobre sociedades de valores, lo cual incluye la banca de inversión y aseguramiento, y los intermediarios en los mercados de valores.
El acuerdo, que fue firmado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca este miércoles, promete un mejor acceso a los servicios financieros de China de banca, seguros, gestión de activos, pagos y gestión de fondos.
Su objetivo es dar respuesta a los reparos de EE.UU. sobre las barreras a la inversión en el sector financiero de China, con especial hincapié en las restricciones a la propiedad para el capital extranjero, los requisitos reglamentarios discriminatorios y los opacos procesos de concesión de licencias.
"China está deseando atraer más fondos privados para invertir en la economía" y ayudar así a impulsar el crecimiento económico, dijo Andrew Collier, director gerente de Orient Capital Research, con sede en Hong Kong.
Las empresas financieras extranjeras, no obstante, tendrán dificultades para acaparar en un futuro próximo una cuota de mercado significativa frente al dominio de los rivales chinos estatales y privados, dijo.
El texto del acuerdo fija el 1 de abril como fecha límite para que China proceda con la eliminación de las limitaciones al capital extranjero, permitiendo a los bancos de inversión de Estados Unidos tomar participaciones en sociedades de valores locales.
El límite a la propiedad de los bancos de inversión extranjeros sobre las sociedades de valores de China se elevó del 49% al 51% en 2018. La falta de control y la limitada contribución a los ingresos han sido una fuente de frustración para los bancos de inversión globales.
Mientras que Goldman Sachs y Morgan Stanley están a la espera de la aprobación de los reguladores para aumentar sus participaciones hasta el 51% en sus sociedades de valores en China, Citigroup planea crear un una sociedad en la que contaría con la totalidad de la propiedad tras haber acordado el año pasado la venta de su participación en su anterior empresa conjunta.
JPMorgan obtuvo la aprobación final de los reguladores el 18 de diciembre para establecer una sociedad de valores en la que cuenta con una participación mayoritaria.