Entre enero y junio, el superávit comercial llegó a US$5.635 millones, por encima de los US$4.969 millones en igual lapso del año pasado.
Los componentes de la balanza comercial de Chile cedieron terreno en el primer semestre de este año, con una contracción de los envíos y una caída más profunda de las importaciones ante una débil demanda interna, según datos difundidos el martes por el Banco Central.
Entre enero y junio, el superávit comercial llegó a US$5.635 millones, por encima de los US$4.969 millones en igual lapso del año pasado.
Sin embargo, las exportaciones alcanzaron a US$34.525 millones en los primeros seis meses, una baja interanual del 10,7%, liderada por el retroceso en los envíos de cobre.
Las exportaciones del metal rojo, del que Chile es el mayor productor mundial, sumaron US$16.955 millones entre enero y junio, una contracción interanual del 11%.
Las importaciones, en tanto, anotaron una caída interanual del 14,3% en la primera mitad del año, a US$28.890 millones, lo que confirma el enfriamiento de las inversiones y del consumo ante menores expectativas económicas.
En esa línea, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, recortó en la víspera la proyección de crecimiento de la economía a un 2,5% para este año desde un cálculo previo del 3,6%.
En junio, el superávit comercial de Chile alcanzó a US$783 millones.
Las exportaciones anotaron una disminución interanual del 6,2% en el sexto mes, a US$5.720 millones, mientras que las importaciones bajaron un 10,7%, a US$4.937 millones.
Para este año, el Banco Central ha pronosticado un saldo positivo de la balanza de US$7.700 millones en Chile, una de las naciones con más tratados y pactos comerciales a nivel global.