La decisión, en la reunión final de política monetaria de 2017 y tras una serie de datos económicos relativamente alentadores, representó una victoria para un banco central que ha prometido continuar con un endurecimiento gradual de la política monetaria.
La Reserva Federal elevó las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual este miércoles, como se esperaba, pero mantuvo sin cambios su pronóstico de alzas de los tipos para los próximos años, pese a que los funcionarios del banco anticiparon un crecimiento más sólido de la economía en el corto plazo.
La decisión, en la reunión final de política monetaria de 2017 y tras una serie de datos económicos relativamente alentadores, representó una victoria para un banco central que ha prometido continuar con un endurecimiento gradual de la política monetaria.
El organismo ha elevado su tasa de referencia tres veces este año y proyectó el miércoles tres alzas más en 2018 y otras tres en 2019, antes de que se alcance un nivel de largo plazo de un 2,8%. Las previsiones de los funcionarios de la Fed no cambiaron desde sus últimos pronósticos de septiembre.
"La actividad económica ha estado creciendo a una tasa sólida (...) los avances en empleo han sido sólidos", dijo el comité de política monetaria de la Fed en el comunicado en que anunció el alza de la tasa de fondos federales a un rango de entre 1,25% a un 1,50%.
Los funcionarios reconocieron en su última serie de pronósticos que la economía se aceleró en 2017, por lo que elevaron sus proyecciones de crecimiento económico y bajaron las de desempleo para los próximos años.
Las expectativas son que el Producto Interno Bruto crezca un 2,5% en 2018, más que el del 2,1% que habían pronosticado en septiembre, mientras que la previsión para la tasa de desempleo bajó a un 3,9% para el próximo año, en comparación con el 4,1% de los últimos pronósticos.
Pero los funcionarios esperan una inflación bajo su objetivo del 2% por otro año, una preocupación suficiente como para que no vieran ninguna razón para acelerar el ritmo esperado de los aumentos de tasas.
Esto significa que la reforma tributaria del Gobierno de Donald Trump, si la aprueba Congreso, entrarían en vigor sin que el banco central haya anticipado una posible respuesta.