El Senado italiano aprobó este viernes una nueva ley de presupuesto, despejando el camino para que la Cámara de Diputados la vote este sábado y para la formación de un nuevo gobierno de emergencia que reemplazará al primer ministro Silvio Berlusconi.
Roma/ Atenas. El parlamento de Italia discutía contra reloj un plan de austeridad exigido por la Unión Europea para evitar el colapso de su economía, mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incrementaba la presión por medidas más drásticas en el bloque monetario.
El Senado italiano aprobó este viernes una nueva ley de presupuesto, despejando el camino para que la Cámara de Diputados la vote este sábado y para la formación de un nuevo gobierno de emergencia que reemplazará al primer ministro Silvio Berlusconi.
Obama habló con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy en la noche del jueves, y también conversó telefónicamente con el presidente de Italia, Giorgio Napolitano.
Un funcionario del Gobierno germano dijo que hubo un "intercambio de opiniones", mientras que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, exigió una acción veloz de Europa.
"La crisis en Europa sigue siendo el desafío central para el crecimiento mundial. Es clave que Europa actúe con rapidez para implementar un plan firme para restaurar la estabilidad financiera", dijo Geithner en una declaración tras una reunión con los ministros de Finanzas del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC).
Tras meses de dimes y diretes, Roma parece haber comprendido el mensaje, después de que los mercados de bonos llevaron a la deuda italiana al borde de un rescate de la zona euro que la región no podría abordar.
Si, como se espera, los diputados aprueban el plan el sábado, Napolitano aceptará entonces la renuncia de Berlusconi durante el fin de semana y le pedirá al ex funcionario europeo Mario Monti que forme un nuevo gobierno.
Otro tecnócrata y ex vicepresidente del Banco Central Europeo, el griego Lucas Papademos, encabezará un nuevo Gobierno de unidad en Grecia.
Berlusconi, que perdió su mayoría en una votación el martes, prometió renunciar después de que la ley de estabilidad financiera sea aprobada por ambas cámaras del Parlamento
Berlusconi había insistido en que la única opción era anticipar las elecciones, pero después suavizó su postura. Los mercados se veían calmados por las perspectivas de que surja un Gobierno provisional en vez de que exista un vacío político de tres meses previo a unos comicios.
"El elemento más importante para superar esta crisis es un gobierno italiano confiable que pueda llevar a cabo los cambios estructurales necesarios", dijo a Reuters el consejero del Banco Central Europeo Ewald Nowotny.
El euro subía, pero los inversionistas eran escépticos de que suba mucho, dado que incluso un gobierno tecnócrata en Italia podría tener problemas para avanzar en reformas fiscales prometidas largamente pero nunca aplicadas.
Los rendimientos de los bonos italianos caían a un 6,7% tras tocar esta semana niveles superiores al 7%, en medio de dudas sobre la capacidad del país para pagar su deuda.
"Dado cuán lejos se han ensanchado los diferenciales en (la deuda) de estos periféricos, podríamos tener quizás dos ó tres días de calma, pero nada realmente ha cambiado", dijo un operador de bonos.
España, que tendrá elecciones en nueve días, dejó de crecer en el tercer trimestre, poniendo en duda su capacidad de cumplir sus metas de reducción de déficit para el 2011 e impulsando a la cuarta economía de la zona euro al borde de la recesión.
BCE reacio. Mientras los líderes europeos discuten sobre cómo detener la profundización de la crisis, la presión se acumula sobre el Banco Central Europeo para que actúe más convincentemente, interviniendo como prestamista total de último recurso tal como son la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra.
Tres altas autoridades del BCE rechazaron este jueves la presión de los inversores y de líderes mundiales para que el banco intervenga masivamente en los mercados de bonos para proteger a Italia y España del contagio financiero.
El vicecanciller alemán y ministro de Economía, Philipp Roesler, dijo este viernes que el BCE no tenía "poder de fuego ilimitado" y agregó que si abriera sus compuertas totalmente, nunca podrían ser cerradas de nuevo.
Alemania se opone taxativamente a que el BCE tome un rol más frontal de combate a la crisis, argumentando que esto comprometería la independencia del banco.
El plan de la zona euro de un fondo de rescate más poderoso también podría estar en problemas.
Klaus Regling, jefe del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) de 440.000 millones de euros, dijo que la reciente turbulencia del mercado hacía más difícil ampliar el fondo a 1 billón de euros, como planeaban los líderes europeos, según el diario Financial Times.
En Atenas, el primer ministro designado de Grecia se aprestaba a nombrar a un nuevo gabinete de crisis el viernes para calmar la turbulencia política que ha amenazado con la quiebra a Atenas y con sacarla de la zona euro. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, fue ratificado el viernes en el cargo.
Los dos principales partidos de Grecia acordaron el jueves designar a Papademos como jefe de un nuevo Gobierno de unidad, poniendo a fin a una caótica búsqueda de un líder que salve al país de una moratoria de deuda.
Ahora, el nominado deberá cumplir las condiciones del plan de rescate europeo de 130.000 millones de euros acordado con los socios europeos en octubre.
"El camino no será fácil, pero estoy convencido que los problemas serán resueltos más rápido y a un menor costo si existe unidad, comprensión y prudencia", dijo Papademos el jueves.
El nuevo Gobierno de coalición heleno jurará este el viernes, dijo la oficina presidencial.