"Estamos viendo una desaceleración más significativa y más extendida de lo que los mercados habían anticipado hace unos meses", destaca Karl Schamotta, director de estratega de tipo de cambio de Cambridge Global Payments.
Santiago. Las monedas de la región intentarán sacudirse de la aversión al riesgo que domina a los mercados mundiales ante los temores a la desaceleración económica global tras débiles datos en Estados Unidos, Europa y Asia.
La propia Reserva Federal sorprendió a los inversores la semana pasada con una postura más moderada que la esperada tras su reunión de política monetaria de dos días. El banco central estadounidense descartó subir las tasas de interés nuevamente este año.
Las fábricas de Europa, Japón y Estados Unidos sufrieron en marzo porque las tensiones comerciales dejaron su huella en la producción, según encuestas, en un revés para las expectativas de que la economía mundial podría estar cambiando de rumbo.
Las complicaciones por el Brexit, además, siguen generando ruido en un contexto en que la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue complicando el repunte económico a nivel mundial y, por lo tanto, en la región.
Todo "ayuda a reforzar la idea de que estamos viendo una desaceleración más significativa y más extendida de lo que los mercados habían anticipado hace unos meses", dijo Karl Schamotta, director de estratega de tipo de cambio de Cambridge Global Payments.
En ese escenario, el real descendió el viernes un 2,69% a 3,9022 unidades por dólar la venta, la mayor pérdida diaria desde mayo del 2017 y su menor nivel desde diciembre del año pasado. La semana pasada, la moneda se hundió un 2,14% frente al billete verde.
El peso mexicano también tiene a la vista cuestiones locales que podrían darle soporte o presionarlo aún más después de anotar este viernes su mayor caída desde noviembre. Datos como el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y la decisión de política monetaria del banco central estarán en el radar de los mercados.
"Esperamos que el IGAE muestre una desaceleración. Lo anterior podría contribuir a un debilitamiento moderado del peso. Sin embargo, el mercado seguirá a la espera de la decisión de Banxico este jueves, en donde se anticipa que mantenga la tasa sin cambio", dijo Jesús López, analista de Banco Base.
"Si los datos económicos que se publiquen durante la semana y en abril confirman que el PIB creció poco (o no creció) durante el primer trimestre, podríamos volver a observar niveles entre 19,30 y 19,60 pesos por dólar", agregó. "En el corto plazo vemos un piso en 18,75 y una resistencia intermedia en 19,20" unidades por billete verde.
Mientras, el peso chileno tratará de sacudirse también después de cerrar el viernes a 679,90/680,20 pesos por dólar, su menor nivel en dos meses y medio ante el dólar.
"Esta semana se terminó complicando por un aumento en la aversión al riesgo que provocó la compra de dólares con la consiguiente depreciación del peso. Sin embargo, el descarte de alzas de tasas en EE.UU. debería primar en los próximas días y tendríamos que ver un repunte del peso en la semana que viene, con rangos que irían desde los 668 a los 675 pesos", dijo un operador.
El sol peruano, en tanto, se depreció el viernes ante la aversión global al riesgo, después de que este jueves alcanzara máximos desde agosto del año pasado.
"Estamos cerca del precio piso que ha sugerido el Banco Central tras la fuerte intervención de hace unos días. Así que esperamos un movimiento 'flat' a la expectativa del comportamiento del precio del cobre y noticias del exterior", dijo un operador de un importante banco peruano.