La relativa firmeza del peso se apoyaría en el "carry trade", la estrategia financiera de buscar tasas altas derivadas de la política monetaria estricta en diferentes economías, como es el caso del Banco de México.
Buenos Aires. El peso de México se mantiene como una apuesta llamativa para los inversores en los próximos meses gracias a su elevada tasa de interés, más allá de los roces del gobierno con el sector privado, halló este viernes un sondeo de Reuters.
La moneda mexicana cotizaría a 19,58 unidades por dólar en un año, casi sin cambios respecto de la estimación de la encuesta de junio y apenas un 2,9% más débil que su nivel del jueves, de acuerdo con la mediana de 22 estrategas cambiarios.
La relativa firmeza del peso se apoyaría en el "carry trade", la estrategia financiera de buscar tasas altas derivadas de la política monetaria estricta en diferentes economías, como es el caso del Banco de México.
Cualquier recorte de tasas en el país sería muy gradual, dijo Goldman Sachs en un reporte la semana pasada. Esto "debería hacer que el peso siga como una opción atractiva para ganar 'carry' por ahora", agregó.
Las buenas expectativas sobre la moneda contrastan con el recelo que todavía tienen los empresarios sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador un año después de su triunfo en las urnas, que causó nerviosismo entre los inversores.
Días atrás, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pidió la nulidad de ciertas cláusulas de varios contratos de gasoductos, encendiendo las alertas sobre la voluntad del gobierno para respetar contratos del pasado.
Las tensiones comerciales son otro riesgo para el peso, que el mes pasado sufrió el impacto de las amenazas arancelarias del presidente estadounidense, Donald Trump, aunque poco después se recuperó ante el anuncio de un acuerdo sobre la inmigración.
A diferencia de México, en Argentina el sector privado apoya al gobierno del presidente Mauricio Macri, que buscará la reelección en octubre, pese a que algunos sondeos lo muestran detrás de la oposición peronista por un margen leve.
El peso lleva dos meses seguidos de evolución decente, un logro para la frágil moneda argentina en momentos de mayor riesgo político, y se prevé que seguirá así el próximo año, con un pronóstico de 52,7 por dólar en 12 meses.
En tanto, el real brasileño espera un inminente avance de la reforma de la seguridad social que impulsa el presidente Jair Bolsonaro en el Congreso para consolidar sus ganancias recientes tras un volátil primer semestre.
