Las señales al menos en lo que va del presente ejercico son positivas, la economía del país mostró señales de una recuperación más definida desde finales del 2012, después de un año de estancamiento.
Tras un complejo 2012, donde el crecimiento económico alcanzó apenas el 0,9%, la economía brasileña está dando señales de recuperación, después de las medidas de estímulo al consumo y la inversión.
Sin embargo, dichas políticas expansivas parecen estar generando presiones de precio. El ritmo de creación de empleos se mantiene lento. "Para lograr que la recuperación sea sostenible y que dependa menos de los estímulos, Brasil requierecambios estructurales que fortalezcan sus fuentes de crecimiento permanente", afirmó Alfredo Coutiño, director de Moody's Analytics para América Latina
Las señales al menos en lo que va del presente ejercico son positivas, la economía del país mostró señales de una recuperación más definida desde finales del 2012, después de un año de estancamiento.
La producción ha comenzado a responder a la dinámica del mercado interno, estimulado por políticas expansivas tanto fiscal como monetaria. El PIB creció 1,4% en el cuarto trimestre, después de crecimientos menores a 1% en los trimestres anteriores.
A lo largo del año pasado, y en respuesta a la prolongada debilidad de la economía, las autoridades brasileñas pusieron en marcha medidas de estímulo fiscal y recortes de la tasa de interés. "Los subsidios al consumo y la aceleración de la inversión en infraestructura están contribuyendo a levantar a la economía de su postración", enfatiza Coutiño.
Ciertamente, la economía está respondiendo pero no ha logrado aún alcanzar su crecimiento potencial. La recuperación aún depende en mucho de los estímulos puestos en marcha.
Respecto de la inflación, ésta se ha acelerado con el impulso a la absorción interna generado por las políticas expansivas, ya que la producción ha respondido de manera gradual. Así, el aumento en la demanda interna es acomodada tanto en precios como en importaciones, lo cual presiona a la inflación y a las cuentas externas.
El banco central, en tanto, ha mantenido las condiciones monetarias en territorio expansivo.
La lenta recuperación económica ha permitido a las autoridades mantener la tasa de referencia
monetaria en su mínimo histórico de 7,25%. Esto ha contribuido, en alguna medida, a restaurar cierta competitividad cambiaria y a darle oxígeno a la anémica industria brasileña.
"El crecimiento económico en 2013 será mayormente el resultado de las políticas expansivas, apoyadas por la inversión pública y privada en la infraestructura para la Copa Mundial del 2014" dice el economista de la clasificadora, remarcando que "hacia finales de este año, la economía necesitará de una calibración de políticas más consistente para evitar los riesgos de una sobrestimulación. Esto le permitirá a la economía avanzar hacia su crecimiento potencial".
Brasil crecerá cerca de su capacidad potencial este año, alrededor de 4%. Sin embargo, esto será
mayormente el resultado de los estímulos de política y de la inversión temporal en infraestructura deportiva. En el corto plazo, la economía recurrirá más al mercado interno para compensar la prolongada debilidad de la demanda externa. En 2014, la economía continuará beneficiándose de la inversión en infraestructura y de un mejor entorno internacional.
Definitivamente, la Copa Mundial le dará un impulso adicional al crecimiento brasileño en el 2014. La inflación permanecerá en niveles superiores a su objetivo este año en un ambiente de políticas expansivas.
En este sentido durante el m2014, las presiones de demanda persistirán sobre los precios, dada la liquidez generada por el arribo de turistas para la Copa Mundial. Por lo que será necesario que la autoridad monetaria ponga en marcha los mecanismos de regulación monetaria para retirar el exceso de liquidez y mantener la inflación dentro del rango superior
del objetivo (4,5% a 6,5%).
Las menores tasas de interés han ayudado a la moneda brasileña a recuperar terreno, como también
han apoyado a la industria a salir del letargo. Sin embargo, a fin de aumentar la competitividad de la industria nacional, Brasil necesita aumentar la productividad y acelerar el cambio tecnológico, además de fomentar un nivel más alto de ahorro e inversión. "El reto para las autoridades está en fortalecer las fuentes fundamentales del crecimiento permanente, por medio de la profundización de los cambios estructurales", dijo el experto de Moody's.