Por otro lado, las previsiones ante un recorte de emergencia en las tasas de interés de la primera economía global también despertaron un nerviosismo generalizado en los principales mercados del mundo.
Un auténtico “lunes negro” se vive este 5 de agosto en las bolsas de valores de todo el mundo. Los inversionistas de los principales mercados (Asia, Europa y Estados Unidos) se preparan para días de volatilidad en medio de un contexto global turbado por los temores de recesión en Estados Unidos y una posible baja de tasas de interés en la primera economía global por parte de la Reserva Federal.
Si bien la semana pasada estuvo marcada por una ola de ventas de acciones en Wall Street, con una cascada de pérdidas en las acciones del sector tecnológico, la caída del mercado bursátil mundial se aceleró este lunes.
Cabe destacar que el índice de volatilidad CBOE alcanzó un máximo de 65.73, unos 42 puntos más que al cierre del viernes pasado, mientras Wall Street abrió la semana siguiendo la estela de una caída de otras bolsas mundiales, que en un momento dado hizo que las acciones japonesas superaran las pérdidas del "lunes negro" de 1987.
El VIX subía 34 puntos, a 57.15, su nivel más alto desde marzo de 2020.
"Parece una crisis de liquidez (...) esto es muy, muy inusual", dijo Joe Tigay, gestor de cartera de Rational Equity Armor Fund.
El pico de la volatilidad llega después de un periodo inusualmente largo de calma en el mercado, en el que el S&P 500 estuvo 356 sesiones sin un movimiento a la baja del 2% o superior, la racha más larga desde 2007.
"Ha sido un periodo demasiado largo en el que las acciones subían y se daba por sentado que lo único que había que hacer era esperar y que en algún momento subirían", afirma Tigay. "En algún momento eso se sale de la realidad".
A las 13:37 GMT, el índice S&P 500 perdía puntos, o un 3,82%, a 5.142,47 unidades, mientras que el Nasdaq bajaba puntos, o un 5,11%, a 15.919,23 unidades. En tanto, el Promedio Industrial Dow Jones caía puntos, o un 2,96%, a 38.560,92 unidades.
PROYECCIONES NO MUY ALENTADORAS
Asimismo, los operadores del mercado bursátil subieron sus apuestas de que la Reserva Federal intervendrá con un recorte de emergencia de las tasas de interés tras la presentación de un informe de mercado laboral que dejó en evidencia la peor tasa de desempleo desde 2021 y una preocupación por la generación de puestos de trabajo. Una decisión que se daría mucho antes de la próxima reunión de la Fed, programada para el 18 de septiembre.
Según un informe reciente del banco suizo Julius Baer, el mercado laboral estadounidense continúa enfriándose a un ritmo acelerado lo que sugiere que la demanda y la inflación se moderarán a medida que avance el año. En cuanto al previsto recorte de tasas de interés, se especula que la Fed apostará por un descenso de 50 puntos básicos. Junto con otros datos económicos débiles de EE.UU., Julius Baer reconoce que el riesgo está aumentando de que la Fed recorte las tasas de manera más agresiva de lo que se había pronosticado con recortes graduales.
Para los expertos, lo que impulsa este nerviosismo actual es la creciente evidencia de que la economía más grande del mundo se está desacelerando y que la Fed corre el riesgo de haberse quedado atrás en la curva al no relajar aún la política monetaria.
Los operadores del mercado de swaps, por ejemplo, estiman que la probabilidad de ese ajuste por parte de la Fed es del 60% (la semana pasada solo había una probabilidad del 0,5%).
A la fecha, los bonos del Tesoro con rentabilidad a 10 años están en su nivel más bajo en un año y los bonos mundiales recortaron sus pérdidas anuales, ya que la preocupación por el rápido empeoramiento de las perspectivas económicas en EE.UU. impulsó la demanda de activos de renta fija.
Las turbulencias en Japón -donde el banco central ha empezado a subir las tasas de interés mientras la Fed intenta recortarlas- también están teniendo efectos dominó en los mercados mundiales de diversas clases de activos.
EL DESPLOME EN BOLSAS
Las caídas de este lunes en los mercados de valores asiáticos resonaron en todo el mundo. Las bolsas de Japón, Corea del Sur y Taiwán, principalmente, cerraron en números rojos.
El índice japonés Nikkei cayó un 12,40% al cierre de la jornada, lo que se traduce en la segunda mayor caída en la historia de este mercado.
En su peor día desde 1987, la bolsa japonesa registró una huida de inversores en medio de un fortalecimiento del yen tras la la segunda subida de tasas de interés en 2024 por parte del banco central, una política monetaria más estricta y, principalmente, las preocupaciones económicas de Estados Unidos, como lo han señalado algunas firmas de inversiones.
La apreciación del yen japonés frente al dólar y el euro, después de que una débil divisa nipona hubiera sido favorable para el Nikkei durante el primer semestre, le jugó en contra a la bolsa de valores de ese país.
“Las estadísticas de empleo de EE.UU. han aumentado aún más la incertidumbre en la economía estadounidense, lo que, combinado con la continua fortaleza del yen, ha provocado que el mercado caiga bruscamente”, manifestó Hideyuki Suzuki, gerente general de SBI Securities, en una entrevista a Bloomberg.
“En este momento, el índice de sorpresa económica de EE. UU. muestra una tendencia negativa (empeorando), y los inversores se están volviendo cada vez más cautelosos con el deterioro de los indicadores económicos de EE. UU. Además, la reunión de Jackson Hole se celebrará este mes y la reunión de la Reserva Federal el mes que viene”, dijo Jumpei Tanaka, estratega de Pictet Asset Management.
Por su parte, la Bolsa de Corea del Sur cayó este lunes un 8,77% al cierre del mercado, sufriendo también la incertidumbre por la economía de Estados Unidos.
Y la Bolsa de Taipéi (Taiex), en Taiwán, cerró con una caída del 8,35%, lo que marca el mayor descenso en una sola sesión sin precedentes.
Las bolsas de Hong Kong y los mercados de Shanghái y Senzhen también registraron caídas que podrían profundizarse en los próximos días.
En menor medida, las bolsas de Hong Kong (-1,46%), Shanghái (-1,54%) y Shenzhen (-2,08%) también permanecían en números rojos.
Latinoamérica tampoco ha sido indiferente a esta tendencia. Por ejemplo, en Chile, la cotización del dólar se elevó dramáticamente a $ 965. "Con este miedo (a una abrupta baja de las tasas de interés de la Fed), es posible que el dólar continúe hasta los 970 y luego busque los 990. Por ahora estos movimientos en Chile no darían pie para que el banco central intervenga, ya que son movimientos que no se atribuyen a Chile. Para ver un respiro en el dólar peso, el cobre debería rebotar, pero ante el miedo a una crisis global, el cobre pierde los US$ 4 por libra y se ubica en US$ 3,9 dólares un 3,9% en la bolsa de metales de Londres", declaró Rodrigo Castillo, director general de BeFX.
EL NASDAQ 100 SE ALISTA PARA LAS CAÍDAS
Por otra parte, el Nasdaq 100, el índice de las acciones del sector tecnológico en Estados Unidos se prepara para su mayor caída en la apertura en más de cuatro años. Las grandes tecnológicas han perdida cerca de US$ 3 billones en valor de mercado en menos de un mes.
Las acciones tecnológicas de gran capitalización se llevaron la peor parte de las ventas: el fabricante de chips Nvidia caía más de un 7% y Apple bajaba un 8% en las operaciones previas a la apertura del mercado de este lunes 5 de agosto. Además, Berkshire Hathaway redujo su participación en Apple en casi un 50% como parte de una venta masiva en el segundo trimestre.
Los analistas instan a los inversionistas de Apple a mantener la calma, a pesar de un retraso en el tan publicitado despliegue de IA de la compañía.
CONSECUENCIAS EN EUROPA
Las bolsas europeas también dan cuenta de la tendencia bajista que se registra este lunes en todo el mundo, aunque el euro continúa apreciándose (0,68%) frente a la mayoría de las divisas principales.
El EuroStoxx 50, índice bursátil que agrupa a las 50 mayores empresas de la Eurozona que cotizan en euros, registró una caída del 3,28% al cierre del mercado y las principales bolsas del Viejo Continente mantienen pérdidas superiores al 2%, ante el temor de los inversores a que la economía estadounidense experimente un “aterrizaje brusco” y entre en recesión.