El acuerdo entre ambas partes se ha visto empantanado por el capítulo ambiental en los últimos años. Brasil alista una contrapropuesta en dicho ámbito con miras a cerrar el acuerdo este año.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo este miércoles que es "muy optimista" sobre un acuerdo UE-Mercosur este año, al hacer balance de la cumbre UE-CELAC, en la que ambos bloques se comprometieron a relanzar la relación política y económica y lograron pactar una condena diluida de la guerra en Ucrania, pero sin Nicaragua.
Lula da Silva, estimó en un plazo de dos o tres semanas los países del Mercosur deberán presentar a la Unión Europea (UE) su contrapropuesta sobre el capítulo ambiental para un acuerdo entre los bloques.
"La respuesta brasileña está siendo discutida entre los cuatro países, y en dos semanas, o en tres semanas habremos entregado definitivamente la propuesta a la UE" dijo Lula en una conferencia de prensa en Bruselas.
"Estoy optimista de que podremos concluir este acuerdo aún este año. Fíjense que digo aún esta año, porque sería bueno que tengamos un acuerdo con España en la presidencia del Consejo de la UE y mi presidencia protémpore (temporal) al frente del Mercosur", acotó.
Por su parte, la Federación de la Industria Alemana (BDI por sus siglas en alemán) advirtió hoy que el fracaso de un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay) traería consigo "consecuencias fatales" para la política comercial del bloque comunitario.
"Hay que tener más en cuenta las necesidades de los estados del Mercosur para poder cerrar el acuerdo en el segundo semestre del año. Si el acuerdo del Mercosur fracasa, Europa se arriesga a consecuencias fatales para la política comercial de la UE", declaró Wolfgang Niedermark, miembro de la junta ejecutiva de la BDI.
La cooperación con la América Latina y el Caribe "es esencial para la estrategia de diversificación de la UE" y la región es de "importancia central para las energías renovables y las materias primas y constituye un importante mercado de ventas y un lugar de inversión para las empresas europeas", añadió.
La UE y el Mercosur anunciaron en 2019, luego de dos décadas de negociaciones, un principio de acuerdo, pero rápidamente el proceso quedó empantanado porque los europeos exigieron un capítulo adicional sobre cuestiones ambientales.
En marzo la UE presentó a los países del Mercosur una minuta con su visión de lo que debería incluir el capítulo ambiental adicional al negociado acuerdo comercial entre los dos bloques, carta que Brasil rechazó enérgicamente.