Pedro Pablo Díaz, presidente de la asociación gremial y ex embajador de Chile en Portugal, afirma que esta alianza fortalece la imagen país como un “socio comercial confiable y atractivo” y abre oportunidades de inversión.
Durante este año, uno de los logros más resaltantes para Chile en materia comercial fue la aprobación del Consejo de la Unión Europea a la firma de la modernización del Acuerdo Comercial entre el país sudamericano y la Unión Europea (UE). Al mismo tiempo, Chile dio luz al Acuerdo Marco Avanzado con la UE y ha aceptado solicitar al Parlamento Europeo su consentimiento sobre dichos acuerdos a fin de que el acuerdo comercial entre en vigor formalmente en 2024.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio Chile-Portugal, Pedro Pablo Díaz, valoró la iniciativa. “Las principales ventajas del acuerdo Chile-Portugal son fortalecer la imagen de Chile como un socio comercial confiable y atractivo, abrir oportunidades de inversión y diversificar los mercados, lo que contribuye positivamente a la percepción internacional de Chile”, aseveró.
El exembajador de Chile en Portugal (2018-2022) y en Australia (2010-2018) agregó que “el comercio chileno se beneficia al acceder a un mercado europeo más amplio, especialmente en sectores como la minería (cobre), energía, fruta y acuicultura. Por ejemplo, la exportación de minerales, productos energéticos y productos del mar puede experimentar un crecimiento significativo”.
Según lo señalado por el Consejo de la UE, el acuerdo comercial conseguido permitirá reducir las barreras existentes al comercio bilateral de bienes y servicios y un mejor acceso a materias primas y combustibles limpios cruciales para la transición a la economía verde, como el litio, el cobre y el hidrógeno.
Asimismo, mejora el acceso a los mercados de contratación pública, y se tienen en cuenta específicamente las necesidades de las pequeñas y medianas empresas y la protección de la Propiedad Intelectual, incluyendo las Indicaciones Geográficas.
El comercio bilateral UE-Chile creció alrededor de un 150% entre 2002 y 2022. Los hitos clave en esta relación incluyen la firma del Acuerdo de Asociación entre la UE y Chile en 2002, y la entrada en vigencia del acuerdo en 2003.
El acuerdo, además, se enfoca en promover la igualdad de género, un tema muy relevante tanto para la Unión Europea y España, como también para Chile. Se reconoce la importancia de incorporar la perspectiva de género en las políticas para conseguir un crecimiento económico inclusivo.
Por otra parte, el Acuerdo Marco Avanzado contiene además cláusulas de naturaleza política y de cooperación, al igual que los compromisos en materia comercial que requieren ratificación por los Estados miembros de la Unión, por ser una competencia compartida con los Estados miembros, como las disposiciones sobre protección de inversiones.
Entre los productos chilenos que se ven beneficiados gracias a rebajas arancelarias de entre 94,7% a 99,6% por parte de la UE, se destacan el aceite de oliva, leche, productos agroindustriales, preparaciones alimenticias, salmón, merluza, así como carnes de vacuna, ovina, ave y cerdo. Asimismo, el acuerdo permite que los prestadores chilenos reciban un tratamiento casi al nivel de un prestador de servicios europeo en sectores importantes como minería, energía, manufactura y construcción.