Tras alcanzar un máximo de 9,4% en la inflación mundial durante el tercer trimestre de 2022, ahora se espera que ésta caiga a 3,5% a fines del próximo año, una variación ligeramente inferior al promedio alcanzado antes de la pandemia.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la economía global se ha mantenido inusualmente resistente durante todo el proceso desinflacionario, desde 2021 hasta ahora.
Pero matiza que la incertidumbre persiste alrededor de las dinámicas que aplicarán los países para estabilizar sus políticas monetarias y fiscales.
Al interior del Panorama Económico Mundial (WEO, por su sigla en inglés), nuevos gobiernos recién elegidos pueden introducir cambios significativos en el comercio y en las políticas fiscales.
De hecho, las Reuniones Anuales del FMI que inician esta mañana, en Washington, D.C., con el lanzamiento del WEO, se realizan a 15 días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Advirtieron que tras alcanzar un máximo de 9,4% en la inflación mundial durante el tercer trimestre de 2022, ahora esperan que caerá al 3,5% a fines del próximo año, una variación que será ligeramente inferior del promedio alcanzado antes de la pandemia.
Proyectaron que el Producto Interno Bruto (PIB) mantendrá un crecimiento estable de 3,2% en 2024 y 2025.
Este desempeño esperado está recargado en el dinamismo de las economías avanzadas, particularmente en Estados Unidos, a quien revisó al alza su pronóstico de crecimiento tanto para este año como para el próximo. Aunque mantuvo la perspectiva de una desaceleración.
De acuerdo con el organismo, Estados Unidos registrará un crecimiento de 2,8% este año que es mayor al 2,6% previsto en julio.
Este dinamismo observará una moderación para 2025 Producto Interno Bruto (PIB) al registrar un crecimiento del 2,2 por ciento.
El desempeño esperado para 2025 incorpora también una corrección al alza desde el 1,9 por ciento que proyectaron hace tres meses.
En el documento, lanzado en el inicio de las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial, explicaron que se trata de “un crecimiento robusto que tiene su origen en dos canales: el de suministro, que tiene que ver con la fuerza laboral que se mantiene en expansión, sostenida por los migrantes e incorpora un aumento en la productividad que le hace destacar por encima de otros países”.
LAS ECONOMÍAS AVANZADAS
En el documento, los organismos explicaron que, a nivel general, las economías avanzadas registrarán un avance del 1,8% en 2024 y 2025. Después de Estados Unidos, destacan la dinámica que esperan para España, con un crecimiento de 2.9 por ciento para este año, que supera en 5 décimas al estimado en julio
Un dinamismo que sin embargo no será sostenible para el año próximo, cuando prevén un avance de 2,1% en el PIB.
El tamaño de España no es suficiente para detonar una expansión de la Eurozona, a quien anticipan un crecimiento de 0,8% este año, que es inferior en una décima al previsto hace tres meses, pero prevén un repunte de 1,2% para 2025.
Y Japón, que es la tercera economía del mundo, lo ven con un avance de apenas 0,3% este año, inferior en cuatro décimas al previsto en julio, y también una recuperación para 2025 que le llevaría a crecer a una tasa de 1,1 por ciento.
EMERGENTES: DE LAS BRIC A LATAM
La revisión del panorama mundial destaca el caso de las economías emergentes, quienes no consiguieron una recuperación similar a la de las avanzadas cuando aplicaron sus políticas expansivas, ni han logrado la desinflación con la contundencia de las más desarrolladas.
Al hacer un acercamiento a las emergentes más desarrolladas, las llamadas BRIC, destaca China, la segunda economía más grande del mundo y la emergente más avanzada. Para el gigante asiático esperan una desaceleración que llevará al PIB a un crecimiento del 4,8% para este año, inferior al 5% previsto en julio. Y proyectan que seguirá moderándose para llegar al 4,5% el próximo año.
India se mantiene como la más dinámica de las BRIC, con una expansión de 7% este año, que sin embargo tendrá que moderarse en 2025 para alcanzar una tasa de crecimiento de 6,5 por ciento.
Detrás se encuentra Rusia, con un crecimiento esperado en 3,6%, que es mayor al estimado hace tres meses y prevén que conseguirá un avance de 1,3% en 2025, un desempeño inferior en dos décimas al 1,5% que estimaron en julio.
Entre las cuatro economías emergentes destacadas, Brasil queda a la cola, con un crecimiento de 3%, que es inferior del 3,9% estimado en julio y también lo ven experimentando una desaceleración de 2,25% en su PIB del año 2025.