Asimismo, debido en parte a la ausencia de un ciclo de expansión del crédito, el actual ciclo de ajuste monetario no ha provocado un desplome del crecimiento.
Según el informe mensual del banco suizo Julius Baer, el consenso de los inversionistas al iniciar el año se ha alineado con su visión y es ahora mucho menos pesimista.
Así, los inversionistas han llegado a la conclusión de que la economía mundial seguirá creciendo a un ritmo moderado, con una inflación que avanza lenta pero firmemente hacia el objetivo del 2% fijado por los bancos centrales occidentales.
Los balances del sector privado de Estados Unidos (EE. UU.) están en mejor forma de lo que han estado en mucho tiempo. Esto es fundamental para entender la respuesta del sistema a los cambios en la política macroeconómica.
Debido a la ausencia tanto de un ciclo de expansión del crédito como del consiguiente aumento del apalancamiento en los balances del sector privado desde la crisis iniciada en 2007, el actual ciclo de ajuste monetario no ha provocado un desplome del crecimiento.
A excepción del sector inmobiliario comercial en EE. UU. y Europa, no se aprecian indicios de desequilibrios en las economías desarrolladas. Por lo tanto, la probabilidad de que se produzca una caída del mercado originada por un factor endógeno es baja.
El principal riesgo endógeno reside en una aceleración inesperada del crecimiento que conduzca a la Reserva Federal (Fed) e incluso al Banco Central Europeo (BCE) a no recortar las tasas hacia niveles menos restrictivos.
Nuestra hipótesis para las materias primas no ha cambiado. Las fuerzas demográficas y económicas que imperan en China no permiten que se den las condiciones para un alza estructural y generalizada de los precios de las materias primas.
El repunte de fin de año de 2023 ha normalizado las valoraciones de los activos en general, y los inversionistas no se ven recompensados por adoptar una posición firme en uno u otro sentido.
En ausencia de grandes riesgos endógenos, y en un contexto de normalización de las valoraciones, el principal riesgo este año son los shocks externos, impredecibles por definición.