El Parlacen se despide de Taiwán y saluda a China como observador permanente ante presiones del gobierno de Nicaragua. Pese al fuerte mensaje político, expertos critican la ineficacia del organismo de integración regional.
Como respuesta a una etapa marcada por ciclos de alta violencia interna en diferentes países centroamericanos, el Parlacen (Parlamento Centroamericano) nació en 1991 con el objetivo de servir como mecanismo de concertación e integración.
En su sede en Ciudad de Guatemala, reúne a 120 diputados de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Los 20 parlamentarios de cada país miembro son elegidos mediante sufragio universal en el marco de elecciones nacionales.
"El Parlacen es un órgano para el análisis y formulación de recomendaciones para la integración centroamericana", explica Pablo Hurtado, secretario ejecutivo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES). No obstante, prosigue, "sus limitadas atribuciones y facultades le significan una existencia muy simbólica", que consiste, sobre todo, en conformar comisiones de trabajo para deliberar sobre los asuntos regionales y preparar propuestas de tratados, convenios o protocolos.
Mensaje político dirigido a EE.UU
La reciente decisión del Parlacen de expulsar a Taiwán como observador permanente y reemplazarlo por China no pasó desapercibida en los medios. Ana María Méndez, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), señala que, en teoría, los Estados observadores no tienen influencia porque no tienen voz ni voto.
En su opinión, se trata de un mensaje político dirigido a Washington: "Me atrevería a decir que esa decisión ha nacido bajo la alta influencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Demuestra la expansión del autoritarismo en Latinoamérica. China y Nicaragua son países autoritarios, y dicen 'aquí estamos, nos unimos y podemos ser un bloque fuerte frente a Estados Unidos'".
¿Puerta de entrada para China?
Pero, más allá del mensaje político, ¿podría considerarse al Parlacen una puerta de entrada para China a Centroamérica?
"La presencia de China en la región es un hecho; de los ocho países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), seis rompieron relaciones diplomáticas con Taiwán, para formalizarlas con la República Popular de China. Guatemala y Belice son los únicos socios de Taiwán", dice Pablo Hurtado a DW.
"Esta jugada geopolítica culmina un proceso de erosión de la posición de Taiwán en la subregión", señala, por su parte, Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India (CEAPI) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
"Este resultado reafirma el interés por parte de China en operar geopolíticamente en el 'patio trasero' de Estados Unidos. Asimismo, reafirma la voluntad de los países miembros por ampliar las relaciones económicas con China", sostiene Cesarin.
Según el entrevistado, el SICA y el Banco Centroamericano de Desarrollo permitirán a China ampliar su influencia regional.
"Ha sido un fracaso"
Ana María Méndez, experta de WOLA, hace un balance amargo de la labor del Parlacen: "Ha sido un fracaso, no hemos visto que haya una integración regional, tampoco vemos ningún liderazgo eficaz ni nada que promueva compromisos reales para la democracia y los derechos humanos".
El secretario ejecutivo de ASIES, Pablo Hurtado, agrega que, además, "las ciudadanías de la región cuestionan enfáticamente el hecho de que los binomios presidenciales salientes de cada país miembro se incorporen automáticamente como parlamentarios, con las inmunidades y prerrogativas que ello conlleva, razón por la que tal órgano es percibido como un espacio que blinda de la rendición de cuentas a los presidentes y vicepresidentes".
Asimismo, explica, los costos del Parlacen, frente a los resultados que puede alcanzar representan otra gran debilidad: "Cada diputado recibe alrededor de US$ 4.000 mensuales, sin que sea de conocimiento público un tratado o acuerdo regional que se haya originado de alguna recomendación o propuesta de dicho órgano".
Parlacen vs. Foprel
Desde Nicaragua, el exdiplomático alemán y miembro del consejo consultivo del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y el Caribe (Foprel), Matthias Dietrich, destaca que el Parlamento Centroamericano recibe apoyo financiero de la Unión Europea. Sin embargo, en su opinión, el trabajo del Foprel, organismo que trabaja estrechamente con la ONU y reúne a los presidentes de todos los Parlamentos centroamericanos y caribeños, es "mucho más interesante y eficaz" para la región que el del Parlacen.