La firma china detalla cómo ha ido creciendo en países del Cono Sur durante 2023 y qué proyecciones hay para este 2023. Las condiciones, dice el ejecutivo, están dadas y no hay vuelta atrás, con Chile y Brasil van a la delantera y un México que es el gran rezagado. El desafío adicional para el mercado será crecer también en servicio post venta y reúso y reciclaje de los paneles solares.
Chile tiene como meta ser un país carbono neutral para el año 2050. Hace casi diez años empezó una ruta de reemplazo de combustibles fósiles por energías renovables, y de acuerdo con Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) y la Comisión Nacional de Energía (CNE), en 2022 alcanzó un hito cuando el 29% de la generación anual provino de fuentes de energía solar y eólica versus un 27% del carbón.
Brasil tampoco queda atrás. En 2022, el país llegó a 23,9 gigavatios de potencia instalada en energía fotovoltaica, y actualmente el sector de la energía solar ya ocupa el segundo lugar en generación de energía en el país, superando a la eólica, según datos de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar).
La cifra, además de histórica, es más que positiva: con base en ella, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) estima que la capacidad instalada puede duplicarse este año.
Una firma que ha sacado cuentas alegres durante todo 2022 al respecto es Trina Solar, originaria de Yancheng – y con fábricas en Suqian y Yiwu, pero también en Tailandia y Vietnam- la compañía china es una de las más grandes en el tema de fabricación de paneles solares o fotovoltaicos, que se fabrica en Asia y se transporta por vía marítima a Latinoamérica.
El español Álvaro García-Maltrás, quien es Director General para América Latina y el Caribe en Trina Solar, lleva más de 16 años en la compañía asiática y estuvo presente cuando la empresa aterrizó con sus módulos solares fotovoltaicos en el continente, hace más de 10 años.
En esta entrevista, García-Maltrás explica cómo fue el 2022 y los desafíos del 2023 para la firma, además de explicar los detalles técnicos que diferencian a la compañía.
Ustedes están operando en varios países Latinoamericanos. ¿Cómo han crecido en esta década?
La realidad es que, a 2022, el mercado solar a nivel del continente lleva creciendo sin cesar en los últimos 10 años, donde el crecimiento de Latinoamérica ha sido de 35%-40% más que en 2021. En Chile, por ejemplo, especialmente el 2022, el crecimiento ha sido muy fuerte, prácticamente 50% más que en 2021.
¿Es efectivo que esta tecnología se va haciendo más barata con los años?
Es una industria que ha bajado sus costes mucho en los últimos 20 años, llegando a los límites razonables de abaratar en cuanto a reducción de costo de componentes. En cuanto a la tecnología nos hemos enfocado en cómo optimizarla: hoy estamos centrados en que el panel solar sea más eficiente, tenga más potencia y genere más energía en el mismo espacio.
¿En qué sectores del mercado fotovoltaico trabaja Trina Solar?
Hay tres segmentos en los que trabajamos. En el caso de Chile, por ejemplo, está el segmento de grandes plantas, es decir, de inversiones de grandes grupos empresariales, sus retos en conexión a red porque son de 150-200 MW, que requieren de permisos complejos que demoran 2 años o más conseguirlas, con inversiones muy significativas. Esa parte del mercado siempre ha sido la más fuerte en Chile, pues a pesar de las dificultades de estabilidad, es uno de los mercados más maduros de A. Latina, con una regulación comprensible y estable que da confort a los inversores, como Enel, Colbún, Engie, etc. En 2022, como ejemplo, trabajamos con Colbún participando del proyecto Diego de Almagro con nuestros módulos.
Luego están los denominados Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGDs), segmentos muy populares de 3 a 9 MW con una regulación más sencilla y obtención de permisos más rápida y un precio estabilizado e la energía que dota de estabilidad a los inversores. Estas son inversiones más pequeñas y fáciles de financiar porque es fácil prever cuál será el retorno y participan muchas presas y es muy dinámico. Todos los meses se producen entregas de uno o dos proyectos y tenemos un portfolio bastante extenso en cartera.
El tercer segmento es el pequeño, que abarca el segmento comercial-industrial y también residencial. En Chile este segmento va un poquito por detrás, pero con la regulación de net metering (donde los domicilios y pymes que obtienen su energía eléctrica desde paneles solare,s entre otras fuentes, pueden inyectarla a la red y obtener ganancias) participan creemos que será el segmento que va a crecer en los próximos años. Son inversiones que tienen un retorno en función de donde esté instalada que pueden ser bastante rápido de 4-5 hasta 8 años, pero teniendo en cuenta que los módulos tienen garantía de 25 años, en función del modelo, son atractivas.
¿Participan de la misma forma en los tres segmentos?
Sí, pero con la diferencia de que en el segmento son contratos individuales, en cambio en el segmento mediano de PMGD se firma directo con empresa constructora o dueño proyecto y en él se sirven a través de distribuidores locales que los compran al por mayor.
En Brasil es común la venta de kits, con equipos complementarios para completar la instalación y es normal que un distribuidor atienda la necesidad específica de cada instalación. De todos modos, todavía es una distribución especializada, no funciona aun el DIY, nos centramos en instaladores cualificados, pues al final y al cabo son instalaciones eléctricas complejas.
¿Cuánto están vendiendo hoy y que marktshare tienen en el continente?
Para A. Latina, vendimos paneles en 2022 por un valor cercano a los US$ 900 millones. En cuando a participación de mercado, para 2021 Trina Solar fue el número 1 en ventas en el continente americano y en 2022 tendremos más pelea, pero estaremos en top 3, siempre teniendo en cuenta que el mercado global de paneles solares está dominado por fabricantes chinos, donde hay muchos fabricantes.
En general, las estimaciones indican que vamos a crecer y el mercado global en 2022 estará sobre 270 GW y en 2023 serán al menos 100 GW más, cerca de 400 GW al año desde un punto de vista global. En A. Latina estamos en un mercado que crece no tan fuerte, pero mínimo aumenta 20% anuales respecto del año previo. Eso, a pesar de que tenemos algunos mercados principales dormidos, como México.
En general, ¿cuáles son hoy los desafíos técnicos para seguir creciendo en A. Latina?
Se requiere desarrollar la generación distribuida. Siguiendo con el caso chileno, hasta ahora en Chile el negocio principal han sido grandes plantas solares en la que la mayor parte de los inversionistas son extranjeros con una parte de proyectos medianos de hasta 9 MW donde hay una combinación entre empresas chilenas y extranjeras.
Pero lo que realmente permite crear un fuerte tejido local es el desarrollo de la parte de la generación distribuida, es decir, residenciales, comerciales industriales pequeños. Esas solo pueden llevarse a cabo por empresas chilenas y con profesionales chilenos, pero eso si bien es punto débil puede desarrollarse y creemos que será rápido.
Este 2022 nuestra estimación del mercado chilenos es 2,5 GW, mientras que en Brasil son 17 GW y una gran parte del país es, justamente, generación distribuida con empresas locales donde ya tiene un tejido empresarial y laboral consolidado que garantizan el futuro de la energía solar en el país. Eso falta en Chile. Pero ahora que hay una nueva regulación que pruebe este todo en instalaciones creemos que permitirá que parte de la torta se quede en Chile y no solo de firmas internacionales.
MÓDULOS Y TACKERS
Además de los módulos fotovoltaicos, Trina Solar también fabrica trackers: estructuras móviles donde se instalan los paneles fotovoltaicos que van rotando, buscando la luz del sol.
¿Entonces van a vender más que solo módulos solares?
Es una componente del portafolio de productos: a los clientes les ofrecemos el módulo y el tracker. El costo de ambos supone 3/4 de coste total de la instalación y consideramos que, si lo puedes resolver con un solo proveedor, que es líder mundial en el top 3 durante 15 años y todos los estándares de durabilidad, es atractiva para inversores.
¿Está la información sobre precios y las características técnicas de los trackers?
Aún no tenemos rango de precio, lo que sí conocemos son las características técnicas del producto principal se llamará Elementa, que tiene una capacidad de 2,2 MW hora una capacidad que parece bastante compatible con las necesidades de almacenamiento que la mayoría de los PMDGs de 9 MW podrían llegar a tener segunda mitad de 2023, que es cuando empezaremos a comercializar además sistemas de almacenamiento de energía. Vemos ahí un futuro muy interesante, ya que son muy compatibles con las tecnologías almacenamiento, donde nuestro principal mercado de será Chile.
¿Por qué toman a Chile como el mercado más atractivo para estos trackers y equipos de almacenamiento?
Muchas razones, pero las dos principales son, por una parte, que la red eléctrica de Chile por su largo geográfico es susceptible a desestabilizaciones cuando se conectan más plantas que no son fácilmente regulables. Las soluciones de almacenamiento pueden ayudar a la gestión de la energía, por lo tanto, a la gestión de la red. De hecho, las redes lo premian eso se logra para una planta solar con almacenamiento, primera razón contribuir a la estabilidad de la red.
La segunda razón es que en Chile hay mucha diferencia de precios entre horas punta y horas valle, pero puede ser más rentable para el gestor de una planta de energía solar no inyectar cuando produce, sino cuando el sistema requiere y es más caro. Entonces, esta solución te permite gestionar, optimizar los rendimientos económicos de tu planta. Introducir almacenamiento en la planta es una inversión adicional y todavía no es barata, pero a priori y con la regulación que tenemos hoy en día, parece factible que en Chile funcione. De hecho, yo me atrevería a decir que los nuevos proyectos solares que se están diseñando, la mayoría de ellos incluye soluciones de almacenamiento.
¿Cómo se llama su tecnología para paneles?
El nombre comercial es Paneles Vertex. Nuestros paneles tienen tecnología y tamaño de célula distinta al resto de fabricantes: usamos las células solares más grandes del mercado, porque permiten alcanzar mayores potencias con las condiciones eléctricas más adecuadas. Queremos tener módulos de mayor potencia posible, porque cuanto más potente sea el módulo menos módulos se necesitan instalar. Es más barato instalar 10 módulos que 15 y también es más eficiente. Y para eso usamos las células solares más grande del mercado.
PANORAMA LATINOAMERICANO
A nivel de industria solar, ¿qué pasa en otros países?
Cada uno de los países de continente crece a su ritmo, pero todos son atractivos porque en todo el continente los niveles de radiación son interesantes y eso ayuda a que los retornos [de la inversión] sean relativamente rápidos.
Y es que, estructuralmente, la energía solar tiene ventajas irrefutables y es muy competitiva de modo que nos parece una opción que es la mejor, en el corto y mediano plazo, para conseguir energía a costos razonables y alto nivel de predicción. Y si bien no puedes basar [tu matriz energética] solo en solar y viento, sí puedes incrementar su porcentaje del mix en el panorama energético nacional. Creemos que va a contribuir mucho el tema del almacenaje, además.
¿Podemos hacer breve un paneo por país?
Argentina es un país donde el principal problema para el desarrollo de la energía solar ahora mismo es el acceso a dólares americanos, porque tienen limitaciones para acceder a los mismos y, por lo tanto, no pueden pagar a sus proveedores internacionales. Pero por necesidades energéticas y por sentido económico tenemos varios clientes con la decisión tomada, solo esperando en el momento para conseguir los dólares. El mercado en Argentina es una realidad, diría yo, pues ya hay varios proyectos instalados y funcionando que son prueba del éxito. En el momento que se pueda corregir esa situación estamos seguros de que Argentina será uno de los de los principales actores en el sector de Sudamérica.
Perú empieza a despertar y para este año hay varios proyectos grandes en cartera, así que vamos a ver si se convierten en realidad. Las turbulencias políticas de los últimos meses no han ayudado.
Otros países como Paraguay, Bolivia y Uruguay poco a poco van creciente, cada uno a su ritmo y en función de sus necesidades energéticas. Pero lo que sí que es estructural a nivel global es que cuando hace falta energía, una de las primeras opciones es la solar. Antes era un tema de ecología, ahora es un tema de economía, porque es competitiva y los costes de generación están por debajo de otras tecnologías basadas en combustibles fósiles. Es una opción atractiva y tenemos garantizada la tecnología.
Llama la atención que, pese a sus potencialidades, México no sea pro ERNC, al revés de Brasil y Chile…
México va a la baja y esa una situación un poco penosa. México era el principal mercado de Latinoamérica para solar, más grande que Brasil hace cinco años, y atrajo el foco de inversiones internacionales y se desarrolló bastante el sector de generación distribuida. El país tiene unas buenas condiciones de radiación estupendas y una capacidad de alcanzar costes súper competitivos, pero efectivamente con esta administración no solo no se está invirtiendo en plantas solares, sino que hay varias ya construidas que no están permitiendo conectar a la red, lo cual es ridículo. México es una verdadera pena y un desperdicio, a nuestro modo de ver, y no esperamos grandes cambios hasta ver una nueva administración.
También existe un problema para los fabricantes de paneles solares al tratar de entrar al mercado de Estados Unidos, debido a la ley de Biden que promueve la industria nacional…
Estados Unidos va a ser un mercado que va a decrecer por falta de demanda, por las dificultades para aceptar la importación de módulos fotovoltaicos fabricados por empresas chinas. Al punto que está afectando a las empresas locales de instaladoras desarrolladores, constructores, porque las aduanas bloquean la importación de los módulos, esta regulación que intenta desarrollar la industria local se ha intentado llevar a cabo cuando la industria local sólo puede cubrir un pequeño porcentaje de la demanda local y eso ha creado un cuello de botella gigantesco, en el que han tenido que dar pie atrás más de una vez.
Pero la realidad es que cada dos o tres meses vuelven a imponer limitaciones y la verdad es que nos tienen bastante limitados, pero no tiene mucho sentido limitar la importación de los productos cuando la demanda local es mayor que la demanda de adquisición de esos productos con otra fuente. Estamos expectantes por saber cuál será el siguiente paso.