El material se usa intensivamente para la producción y refinamiento del metal rojo, pero algunos estudios proponen que se acabará la elaboración local en 2028 y desde ese año se dependería de la importación. Esta escasez no afectará a Perú ni Colombia, los otros productores cupríferos en Latinoamérica.

Otra mala noticia para el cobre chileno. Para el 2028 la demanda por cal crecería a tal punto la industria local no sería capaz de responder. Eso obligaría a importar este producto desde Chine, donde se genera casi el 70% de la producción mundial, encareciendo los precios de producción del metal rojo.

La cal, u óxido de calcio, es un reactivo estratégico –y económico– para el proceso de extracción del cobre sulfurado. Sin ella, el proceso no puede ocurrir exitosamente. 

El negocio de la cal en Chile representa para la minería, más de US$ 157 millones, con dos compañías generando la mayor parte de lo que se usa en el sector.

“Detectamos que habría un déficit importante [de cal] para el año 2028 de más o menos un millón de toneladas”, explica Guillermo Coloma, gerente general de Coloma Consultores.

De acuerdo con datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), ya en 2016 se veía una reducción de casi 2.000 toneladas para el consumo de cal en el período 2016-2025, asegurando su disponibilidad hasta al menos 2022. 

De todas formas, la entidad gubernamental no confirmó a AméricaEconomía haber detectado un déficit de producción local.

“Es preocupante lo que está ocurriendo con la producción nacional de cobre en Chile, hace bastante tiempo que no se está llegando a las proyecciones de la producción esperada que ha calculado Cochilco (…) a esta fecha la producción debería estar por sobre los 6 millones de toneladas y no ha sido así”, indica Coloma. 

“De ahí en adelante, la provisión dependerá del desarrollo de proyectos mineros domésticos y de una estrategia para cumplir con la creciente demanda”, indica el estudio ‘Mercado de Suministro Crítico para la Minería de Cobre’, hecho por Cochilco en 2016.

Y ahí es donde surgen las preocupaciones del sector de cal chileno.

“Los actuales yacimientos ya han sido explotados por más de 50 años, lo que implica que se van agotando, se requieren dos toneladas de caliza para obtener una tonelada de cal, por lo que invertir en equipos para producir cal económicamente cada vez es más riesgoso”, explica Coloma, uno de los organizadores del evento Expocal 2024, que se desarrollará el 6 de mayo en Chile.

Esto no quiere decir que no haya reservas de este tipo para seguir produciendo cales como la actualmente utilizada, pero los expertos del sector ven dificultades, debido a la necesidad de mayor inversión para yacimientos que son cada vez más pequeños. 

Esto, porque en Chile que hasta ahora no se han encontrado yacimientos de rocas sedimentarias de alta calidad, con la excepción del yacimiento de Isla Guarello, utilizado por la compañía siderúrgica de Huachipato y que presenta limitaciones para su extracción.

IMPORTACIONES CRECIENTES

El tamaño del mercado mundial de cal se valoró en US$ 36.000 millones en 2022 y alcanzará los US$ 68.000 millones en 2028, con una tasa de crecimiento compuesta anual del 10,98%.

En el mundo se producen más de 430 millones de toneladas de cal, el principal productor es China con cerca del 72% de la producción mundial, por lo que Chile puede recurrir al país asiático en busca de un reemplazo.

De hecho, durante 2015, las importaciones de cal viva en Chile alcanzaron cerca de 400.000 toneladas.

El tema es que el valor de las importaciones de cal ha subido continuamente desde 2009, alcanzando en 2016, el año del estudio, un aumento del 63%, según detectó Cochilco.

Pero hay otros inconvenientes

“La cal es una sustancia peligrosa, corrosiva y que requiere de cuidados especiales para su traslado. En puertos es considerada IMO 8 (materia corrosiva clase 8), por lo que tiene exigencias muy específicas en almacenamiento y bodegaje controlado. En países como Perú; Bolivia y Chile sus cantidades son estrictamente controladas por el Estado, por ser un precursor para la elaboración de drogas, lo que implica permisos y plazos legales que se deben considerar, antes de llegar al usuario final” detalla el experto de Coloma Consultores. 

Aunque toda esta problemática es conocida por los usuarios se suele olvidar hasta que ocurre algo como lo sucedido en 2021, cuando una falla imprevista afectó la producción chilena de cal por varios meses.

Por ahora, el reemplazo de la cal es posible pero bastante más caro. Existen alternativas de recuperación de cobre por vía de lixiviación de sulfuros por medio ácido o bacteriano.

“El plan B lo tiene que definir estratégicamente cada usuario para asegurar su abastecimiento de cal. Que Chile tenga escasez de producción nacional de cal, beneficia a los países vecinos como Bolivia; Argentina; Perú, todos ellos han exportado y exportan cal para la minería chilena”, dice Coloma.