Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Google ha utilizado su poder de mercado y acuerdos exclusivos para bloquear ilegalmente a los competidores.
El tan esperado juicio contra Google, la empresa matriz Alphabet, se inició hoy en Washington, marcando un hito en la historia legal de la tecnología. El proceso, que se espera que dure aproximadamente diez semanas, se centra en las acusaciones de monopolio contra Google y su supuesto abuso de poder en el mercado de motores de búsqueda en línea. La primera jornada del juicio estuvo marcada por la declaración del abogado defensor de Google, John Schmidtlein.
Schmidtlein argumentó enérgicamente que los usuarios eligen a Google como su motor de búsqueda predeterminado en navegadores y teléfonos inteligentes debido a su calidad y no a la falta de competencia. Insistió en que los consumidores optan por Google "porque les ofrece valor, no porque tengan que hacerlo".
Además, rechazó las afirmaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos que sugieren que Google ha utilizado su poder de mercado y acuerdos exclusivos para bloquear ilegalmente a los competidores. Schmidtlein enfatizó que los usuarios tienen opciones y pueden cambiar fácilmente su motor de búsqueda predeterminado, y que Google ocupa su posición líder en el mercado debido a sus méritos.
Este juicio es significativo porque representa el primer enfrentamiento entre el Gobierno de Estados Unidos y una empresa tecnológica estadounidense en más de dos décadas. El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que Google actualmente paga más de US$ 10.000 millones al año para ser el motor de búsqueda predeterminado en navegadores web y móviles, lo que ha generado preocupaciones antimonopolio.
Desde el lado de la acusación, el abogado del Gobierno, Kenneth Dintzer, argumentó que las pruebas demostrarán que Google ha actuado de manera exclusiva para obstaculizar a sus competidores. Dintzer alegó que la tecnológica ha convertido el uso de valores predeterminados en un arma para desalentar a sus rivales y ha ejercido su poder de mercado al bloquear opciones de búsqueda que podrían haber sido mejores que Google como navegador predeterminado en dispositivos de Apple.
La primera fase del juicio se centrará en determinar si Google realmente tiene una posición monopólica en el mercado de motores de búsqueda en línea. En caso de que se confirme la acusación, la segunda fase se dedicará a buscar soluciones a esta situación.
Si Google pierde el juicio, Alphabet, su empresa matriz, podría verse obligada a separar el servicio de búsqueda de otros, como el sistema operativo Android o Google Maps, lo que sería la división forzosa más grande de una empresa estadounidense desde la de AT&T en 1984.
Entre los ejemplos citados por la acusación, se encuentra el acuerdo entre Google y Apple, donde Google se convirtió en el motor de búsqueda predeterminado en el navegador Safari a cambio de una parte de los ingresos. Dintzer explicó que, ante la amenaza de perder esos ingresos, Apple se vio obligada a mantener a Google como opción predeterminada en sus dispositivos y, a 2020, recibía entre US$ 4.000 millones y US$ 7.000 millones.
Este juicio contra Google tiene un impacto notable en el panorama legal y tecnológico, y su resultado podría influir en futuras disputas antimonopolio en la industria tecnológica.