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¿Cómo Perú podría convertirse en un importante exportador de frambuesas y cerezas?
Miércoles, Febrero 5, 2025 - 18:30
Fuente: Freepik

Ambos frutos rojos fueron introducidos en el país durante la década pasada como posibles sucesores del arándano y su éxito global, pero nunca terminaron de despegar. 

En 2019, Perú acaparó los titulares de la prensa agrícola al revelarse que se había convertido en el mayor exportador de arándanos del mundo. Resultó una sorpresa que en una sola década, un fruto introducido desde Estados Unidos se expandiera de forma sostenida y rentable. Gracias a los microclimas, así como el trabajo de empresas productoras e ingenieros zootecnistas, el cultivo del arándano logró expandirse desde Lambayeque en el norte hasta Arequipa por el sur. 

Ante estos resultados, podemos preguntarnos, ¿otros frutos rojos pueden tener el mismo éxito en el país andino? Todo apunta a que no es tan fácil y el caso de la frambuesa es un claro ejemplo. Hacia 2017, el chileno Antonio Domínguez, presidente de la International Raspberry Organization (IRO), visitó Perú para evaluar condiciones climáticas que permitieran la producción del fruto. 

En su momento, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) evaluó que la sierra de Cajamarca sería adecuada para el cultivo de la frambuesa, pero Domínguez señaló que también debían tomarse en cuenta las cuestiones logísticas. “No se saca nada con producir y producir si los agricultores no saben qué hacer con esas producciones porque el frigorífico más cercano a los campos está a cientos de kilómetros de distancia”, declaró a Red Agrícola en 2017.

Al año siguiente, la producción de frambuesas lucía prometedora. Según el portal Fresh Fruit, las exportaciones alcanzaron cerca de 16 toneladas, valoradas en US$ 57.000. Pero fue un espejismo: el envío de muestras a otros países se estancó y con éste, el cultivo en masa. Una de las razones del fracaso fue la elección de la variedad Heritage. Reconocida por su rojo brillante, esta frambuesa es la más extendida a nivel global por su sabor y resistencia a diversos climas. 

No obstante, esta fortaleza no aplica para la logística. Las frambuesas Heritage suelen ser bayas más delicadas que los arándanos y esto dificulta su transporte. Como consecuencia, muchos productores desistieron de esta opción y los cultivos jamás pasaron de la etapa experimental. Tampoco ayudó que la demanda en el mercado interno fuese relativamente baja.

Las cerezas viven una situación similar. Si bien su producción se halla en fase experimental, se están realizando esfuerzos para introducir el cultivo en el país andino. Pesa mucho el ejemplo de Chile, actualmente, el mayor productor mundial de cerezas: durante la temporada 2023-2024, el país austral exportó 377.000 toneladas anuales únicamente a China. 

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA FRAMBUESAS Y CEREZAS

Al respecto, Gabriel Amaro, Presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios de Perú (AGAP) y expresidente de la CONFIEP, reconoce como principal hito que los productores peruanos ya disponen de material genético de las cerezas chilenas, que permite estudiar a fondo qué variedades funcionan mejor en el suelo peruano. El reto del clima es mayor, debido a que Perú se encuentra en latitudes más cálidas que el centro de Chile. 

“Hay que ver donde el cultivo se da bien, porque son frutos que requieren una temperatura adecuada, ciertas horas de frío. Esto no se concreta en la costa peruana, sino a cierta altitud en determinados valles”, declaró Amaro a AméricaEconomía

Según el Instituto Nacional de Innovación Agraria, hacia 2024, había entre 15 y 20 héctareas dedicadas al cultivo de cerezas en Perú. Empresas como Camposol, Beta y Agrícol Andrea vienen realizando ensayos de adaptación en regiones andinas como Ayacucho, Áncash y Arequipa. 

Por otro lado, las frambuesas tendrían su revancha en la industria de frutas congeladas. En septiembre de 2024, Luis Llanos, jefe de Agromercado, institución adscrita al Midagri, sostuvo que la frambuesa es un producto muy sensible y perecedero para impulsar su exportación en fresco. 

Mientras tanto, la fruta congelada tiene una vida útil de dos años, lo que facilita su exportación y por ende, los ingresos de los pequeños y medianos agricultores que suelen cultivar frambuesas en Perú. De acuerdo a Amaro, esta alternativa debe evaluarse siempre. “La fruta fresca genera mayor valor en el mercado, aunque si en una segunda línea de producción, hay demasiada y quieres evitar que se pudra, la fruta congelada es la mejor opción”, añade.

Asimismo, desde Agromercado, se anunció también que se instalarían parcelas demostrativas de frambuesa en Huaral, ciudad al norte de Lima, así como en las localidades norteñas de Jequetepeque y Chavimochic. También es ideal para ser cultivada en valles andinos, que se encuentren entre 2.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Pero actualmente, el disparo de salida para la frambuesa peruana podría venir del exterior. En octubre de 2024, la producción en Chile disminuyó a raíz de problemas fitosanitarios. Parece que todavía hay opciones para los herederos del arándano peruano.

Autores

Sergio Herrera Deza