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Desde una locomotora hasta grúas horquilla: el hidrógeno verde toma impulso en Chile
Lunes, Septiembre 9, 2024 - 18:30
crédito FCAB locomotora a hidrógeno

Un estudio del Banco Central determinó que se ha convertido en un atractivo de inversión para proyectos cero emisiones, pero también permite generar de forma limpia sus derivados: amoníaco, metanol y los denominados e-combustibles. 

El centenario ferrocarril de Antofagasta (FCAB) se prepara para recibir la primera locomotora de hidrógeno de Latinoamérica

La máquina, que se sumará durante los próximos meses a la flota de la empresa, fue desarrollada por la CRRC Qishuyan Company, una reconocida fábrica de locomotoras de la provincia china de Jiangsu. Tiene una potencia total de 1.000 kilovatios y está equipada con una batería de alta capacidad y un sistema de almacenamiento de hidrógeno a bordo.

La locomotora es alimentada por hidrógeno derivado de fuentes de energía renovable locales, lo cual permitirá eliminar por completo las emisiones de carbono, nitrógeno y sulfuros generados durante la operación, logrando así "cero emisiones" y se espera que marque un hito en la historia ferroviaria del Cono Sur cuando se ponga en funcionamiento.

“Estamos orgullosos de ser pioneros en la incorporación de tecnologías limpias que no solo mejoran nuestra eficiencia operativa, sino que también contribuyen de manera significativa a la reducción de nuestra huella de carbono”, destacó Katharina Jenny, Gerenta General de FCAB.

Esta experiencia dista de ser la única en ese país latinoamericano.

De acuerdo con un reciente estudio del Banco Central de Chile, denominado ‘Hidrógeno verde en Chile: perspectivas de demanda e inversión’, el hidrógeno verde -o H2V- se inserta como una pieza fundamental en el combate a una crisis climática mundial, y si bien su uso como gas industrial no es algo nuevo, utilizar energías renovables en su producción lo convierte en una fuente de energía “verde” o “limpia”, ya que no produce gases de efecto invernadero, asegura el estudio. 

Chile posee una posición ventajosa en energías renovables, con un potencial energético mayor a 1.800 gigavatios, el cual supera con creces la demanda interna, según datos del Ministerio de Energía en 2020. 

La competitividad de Chile es también relevante en esta industria, con estimaciones de costos de producción en torno a US$ 1 por kilo de H2 a 2030, inferiores a las estimaciones para otros países competidores debido a sus ventajas comparativas.

“Por lo mismo, se ha convertido en un atractivo de inversión para proyectos de H2V o sus derivados: amoníaco, metanol y e-combustibles”, destaca el estudio realizado por los investigadores Jorge Arenas, Sofía Bauduco, Gabriela Contreras, Juan Guerra-Salas y la vicepresidenta Stephany Griffith-Jones. 

PROYECTOS E INVERSIONES

Actualmente, son cinco los proyectos de hidrógeno verde que se encuentran en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) chileno, los que impulsan inversiones en torno a los US$ 15.000 millones que verán la luz entre 2025 y 2026. En cuanto a producción, estos proyectos superarían las 300 kilotoneladas de H2V por año una vez en funcionamiento. 

Dos de estos proyectos se ubicarían en la región de Magallanes y de la Antártica en el extremo sur del país, otros dos en la región de Antofagasta, de vocación minera, y el restante en la región de Valparaíso, donde se concentran los dos puertos más relevantes de Chile.

Existen otros proyectos anunciados, principalmente en Magallanes, dado que necesitan de las especiales características del viento que se dan en esa región, con el fin de proporcionar a los proyectos energía eólica a bajo costo. También la cercanía al mar es necesaria para aquellos proyectos que vienen acompañados de plantas desaladoras en sus procesos productivos, junto con abaratar costos de transporte.

“Dentro del proceso de descarbonización al que se enfrenta tanto la economía chilena como la mundial, el H2V se inserta como pieza fundamental al ser capaz de reemplazar combustibles fósiles para producir calor, electricidad y otras fuentes de energía. Esto lo posiciona ventajosamente sobre otros tipos de energías renovables, algunas de las cuales para utilizarse necesitan también de modificaciones en la infraestructura misma del equipo que requiere de energía”, destaca el reporte. 

De esta forma, la demanda interna y externa se estiman crecientes a través del tiempo, en línea con los objetivos para lograr la carbono-neutralidad a más tardar en el año 2050, según la Ley Marco de Cambio Climático de 2022.

Por el lado de la demanda interna, el sector de transportes es el que más necesitaría de H2V, aunque también se proyecta que la minería y la industria comiencen a demandar H2V y sus derivados desde 2030.

A LA CAZA DE OPORTUNIDADES

Las semanas recientes han sido generosas en anuncios sobre el hidrógeno verde para Chile

Tan solo el viernes pasado la petrolera estatal Enap y la firma de origen francés HIF Global firmaron un acuerdo que permitirá acelerar puesta en marcha de combustibles sintéticos en Chile.

Este acuerdo comercial, suscrito en París, permitirá a la empresa estatal participar como accionista en proyectos de HIF, desarrollar un modelo de negocio para que la empresa estatal comercialice combustibles carbonos neutrales y avanzar en la modernización de infraestructura existente en Magallanes.

Este documento actualiza acuerdos previos entre ambas compañías y abre la posibilidad para que Enap se sume como accionista a los proyectos de producción de e-Combustibles de HIF en el extremo sur, donde reutilizará infraestructura de la misma Enap para los muelles de Cabo Negro. 

También permitirá desarrollar un proyecto para viabilizar desde el desembarco de equipamiento hasta la exportación de productos finales y definir un modelo de negocio para que la empresa estatal comercialice combustibles carbono-neutrales. El acuerdo establece un plan de modernización.

“Esta demanda es una ventana de oportunidad para nuestro país que no se va a traducir automáticamente en inversiones, sino que debemos generar la complementariedad o el apoyo entre el sector público y el privado para aprovechar oportunamente estas posibilidades (…) Ya estamos entrando en materia y los proyectos ya empiezan a tomar forma”, detalló el ministro de Hacienda chileno, Mario Marcel, en torno al acuerdo.

La semana pasada también se realizó el Hyvolution Chile 2024, una feria internacional de hidrógeno en la capital chilena.

Entre otros eventos, una delegación de expertos taiwaneses destacó el potencial de cooperación en la industria del hidrógeno local.

Los ejecutivos de Taiwan Hydrogen and Fuel Cell Partnership (THFCP) destacaron que Chile representa una región de gran interés, dado que el país sudamericano se destaca actualmente como uno de los líderes globales en el desarrollo de hidrógeno verde, una de las 12 estrategias clave de ese país para alcanzar la meta de cero emisiones para 2050.

Con un Memorándum de Entendimiento (MoU) en la materia ya firmado, solo queda avanzar y concretar. 

“Hay que establecer una cadena de suministro completa, un ecosistema para avanzar en energía renovable. Si Chile está enfocado en futuro sustentable, Taiwán es el camino, expresó Ricardo Ming-Sung Hsu, asistente comercial de la Oficina de Negociaciones de Comercio, miembro y representante de la delegación. 

También durante la inauguración de Hyvolution 2024, se presentó el primer camión a hidrógeno verde que operará en el sector de logística para transporte terrestre de una empresa de retail que se adjudicó fondos de Corfo para uso y adopción de estas tecnologías en la industria chilena.

“El avance del Hidrógeno Verde es una política de Estado. Nosotros estamos continuando algo que comenzó en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, que institucionalizó el gobierno del Presidente Piñera y que hoy, en nuestro Gobierno, lo estamos consolidando”, aseguró al inaugurar la feria el actual mandatario chileno, Gabriel Boric, recordando que el litio, el cobre y el hidrógeno son elementos clave para la transición energética global y para el logro de la carbono-neutralidad.

La estatal Corfo es la agencia de gobierno que está impulsando iniciativas privadas de hidrógeno verde con $35 mil millones de pesos (unos US$ 37 millones) para proyectos como fertilizantes verdes, reconvertir camiones y buses, producción de cobre verde así como con la firma de acuerdos con el Gobierno de Magallanes para el desarrollo armónico de esta industria en la zona.

“En Chile comienza a desarrollarse un portafolio de experiencias innovadoras en torno al Hidrógeno Verde. Uno de estos casos es este camión a hidrógeno verde que se va a incorporar a las operaciones de logística de Walmart Chile y que se suma al proyecto de adaptación tecnológica de grúas horquillas con esta energía limpia que llevaron a cabo el año pasado. Estas iniciativas generan conocimiento y experiencia para Chile, robusteciendo nuestro ecosistema de hidrógeno verde”, señaló el ministro de Energía chileno, Diego Pardow.

CRECIMIENTO A LARGO PLAZO

“En la medida en que estos proyectos se materialicen y esto implique mayor inversión, el impacto sobre el crecimiento económico de largo plazo será positivo”, continua el reporte del Banco Central publicado este lunes. 

Tanta es la confianza que la estimación de crecimiento del PIB tendencial no minero del IPoM de septiembre de 2024 incluye algunos de estos proyectos en la evolución del capital del escenario central y del escenario de sensibilidad optimista.

Y es que junto con un uso interno beneficioso, también se considera que las grandes economías en el mundo están en tránsito a cumplir metas ambiciosas pero necesarias para lograr objetivos sostenibles. 

En este contexto, se han ido desarrollando políticas e iniciativas públicas de apoyo al H2V, particularmente en la Unión Europea –que ya estuvo en Chile hace poco más de un año, dando luces sobre su interés- , algo que presenta excelentes oportunidades para Chile, país que por su potencial y competitividad en energías renovables se podría posicionar ventajosamente en la industria. 

Si bien existe consenso respecto de que la industria del H2V en Chile está recién comenzando y la incertidumbre asociada a sus perspectivas futuras es alta, ésta podría tener un papel relevante para hacer frente a los desafíos climáticos del mundo. 

“Si todos los proyectos de inversión mencionados en la sección anterior se concretaran, y estimando el inicio de sus operaciones entre 2035 y 2040, su producción cubriría una fracción relevante de la demanda estimada para ese período. Así, en el escenario planteado para la demanda de H2V, existen grandes incentivos para que se materialicen estos o nuevos proyectos”, concluye el estudio del Banco Central. 

Autores

Gwendolyn Ledger