Máquinas como resonadores magnéticos, aceleradores lineales, tomógrafos, angiógrafos o equipos de radioterapia se han convertido en piezas clave para que los centros de salud latinoamericanos brinden una óptima atención. Hoy las inversiones en ese rubro se centran en detectar a tiempo y tratar -de la de forma menos invasiva posible- las patologías más predominantes de la región.
Contar con el equipamiento médico adecuado y tecnología de alta complejidad se ha convertido en un aspecto fundamental para mejorar la calidad de la asistencia y atención de los pacientes, así cómo lo son la infraestructura y el staff médico. Hoy, los principales centros de salud de Latinoamérica son conscientes de esto y cuentan con equipos que son indispensables para poder tratar las dolencias más comunes en la población.
De esta forma, los resonadores magnéticos, aceleradores lineales, tomógrafos, angiógrafos, equipos de radioterapia, entre otros, forman parte del equipamiento básico que una clínica u hospital con cierto nivel de complejidad debe tener para garantizar una atención integral.
La elección de los equipos no es al azar, sino que va en línea con las enfermedades más comunes, siendo el cáncer una de las principales causas de enfermedad y muerte en América Latina y el Caribe. Según un informe de la revista médica británica The Lancet, el cáncer de próstata es el más prevalente en América del Sur y el Caribe, representando el 14.6% del total de diagnósticos, seguido por el cáncer de mama, que también ocupa un lugar significativo y representa el 14.3% de los diagnósticos. En ese sentido, estos equipos avanzados de imagenología son las herramientas clave para detectar y tratar a tiempo estas dolencias.
“Los centros de salud direccionan la compra de equipamiento diagnóstico y de tratamiento en base a las patologías más recurrentes o que causan más daños. Generalmente, se trata de enfermedades cardiovasculares, oncológicas, neurológicas y diabetes. En los últimos cinco años, estas patologías son las que más han impulsado la compra de equipamiento, concentrándose en resonadores magnéticos, tomógrafos y ecógrafos, que pueden ser 4D”, señala Sandro Stapleton, presidente del Gremio de Salud (Comsalud) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), quien destaca que en el caso del Perú, la inversión anual en equipos médico ha crecido entre el 10 y el 12% en el último quinquenio.
María Patricia Acosta, gerente corporativo de Biomédica en el Sistema de Salud Christus Muguerza, en México, afirma que la inversión en la última década ha experimentado un notable fortalecimiento, especialmente durante la pandemia y en los años posteriores. “En el último año, hemos realizado una inversión aproximada de 110 millones de pesos (más de US$ 5,5 millones), con un crecimiento anual del 20%. Además, estamos llevando a cabo inversiones estratégicas en tecnología de alta gama o con un impacto específico en el servicio, que ascenderán a alrededor de 6,500 millones de pesos (cerca de US$ 32,5 millones) para finales de 2024, cifra que se ha mantenido de manera constante año tras año”, detalla.
En Costa Rica, el Hospital Clínica Bíblica invierte entre US$ 4 y US$ 5 millones anuales en la renovación de equipos médicos. “En los últimos años, hemos intensificado la inversión en áreas como cardiología, con la adquisición de equipos avanzados para mejorar la precisión diagnóstica. Contamos con sistemas como bandas para pruebas de esfuerzo, monitoreo Holter y MAPA, oxiholter y ultrasonidos cardíacos, todos diseñados para optimizar la detección y tratamiento de afecciones cardíacas”, dice Guillermo Fernández, Gerente Médico de Hospital Clínica Bíblica.
EL PODER DE LA IMAGEN
Las inversiones en equipamiento médico por parte de las clínicas y hospitales resultan estratégicas y con énfasis en tecnologías que permiten diagnósticos más rápidos y precisos. Por ello, los equipos de imagenología diagnóstica, imagen molecular, medicina nuclear, radioterapia y cirugía son prioritarios y están en constante evolución. “Las innovaciones tecnológicas en la industria de dispositivos médicos en estas especialidades [imagen y diagnóstico] presentan desarrollos significativos cada año, con el objetivo de obtener diagnósticos más precisos y oportunos, así como de realizar procedimientos mínimamente invasivos que permitan a los pacientes una recuperación más rápida y menos riesgosa” asegura María Patricia Acosta.
Adicionalmente, la ejecutiva señala que el nosocomio dispone de equipos de imagen diagnóstica e imagen molecular que incorporan software de inteligencia artificial que permiten obtener imágenes de diversos órganos en cuestión de segundos y procesar los datos para ofrecer un diagnóstico en minutos.
Para Fernando Ganem, director general del Hospital Sirio-Libanés, en Brasil, el área de diagnóstico por imágenes y el centro quirúrgico son sectores que requieren de actualizaciones tecnológicas frecuentes, dado el rápido avance de las innovaciones en este campo.
“Sin embargo, no solo se consideran los aspectos técnicos y clínicos, sino también el impacto económico de estas innovaciones, que deben evaluarse en términos de productividad y eficiencia. Esta búsqueda constante de nuevas tecnologías es esencial, pero es igualmente importante que estas innovaciones ofrezcan respuestas claras en términos de resultados clínicos y sustentabilidad financiera. Los recursos son limitados, y las decisiones de inversión deben tomarse con base en prioridades bien definidas”, aclara el doctor brasileño.
Descargue nuestro Especial de Salud 2024
Actualmente, la inversión anual promedio del Hospital Sirio-Libanés en nuevas tecnologías y en la renovación de equipos asciende a alrededor de US$ 40 millones.
En esa línea, este año el Grupo San Pablo de Perú ha realizado una inversión en tecnología en el Centro de Imagen Cardiovascular Avanzada (CICA), que es un espacio dedicado a la prevención y diagnóstico de enfermedades cardiovasculares. “Nuestra inversión entre la parte médica y la mejora de sistemas bordea los 30 millones de soles (cerca de US$ 8 millones) y anualmente venimos incrementando este presupuesto en función a la nueva tecnología que va saliendo. Calculamos que la inversión del próximo año será similar o mayor, si el caso lo amerita”, refiere Manuel Marroquín, gerente Comercial Corporativo de Grupo San Pablo.
MÁS TECNOLOGÍA
Un componente importante en el equipamiento médico es la tecnología. Hoy, varios centros médicos latinoamericanos cuentan con sofisticados equipos, como es el caso de los sistemas de cirugía robótica que van ganando terreno en América Latina. Según estimaciones de la Clínica Internacional, en Ecuador hay cuatro plataformas, en Chile más de 10, en Argentina tres y en Perú uno. Brasil es el mercado más grande con 110 robots y la mayoría son de la marca Da Vinci, desarrollado por la firma Intuitive Surgical.
En tanto, de las cuatro clínicas entrevistadas para este artículo, tres cuentan con un equipo de cirugía robótica o están encaminadas a tener uno.
“Nuestras inversiones se centran en equipamientos que garantizan resultados más rápidos, precisos y accesibles, así como en tecnologías que facilitan procedimientos con una recuperación más ágil y segura. Por ejemplo, disponemos de robots quirúrgicos para procedimientos en urología, ginecología, cirugía general, cirugía torácica y de rodilla”, dice María Patricia Acosta, de Christus Muguerza. En paralelo, la clínica también ha adquirido un acelerador de partículas para la fabricación de radiofármacos específicos, utilizados en el diagnóstico de enfermedades oncológicas, neurológicas y cardíacas mediante tomografía por emisión de positrones.
Para el Hospital Sirio-Libanés, la expansión de las cirugías robóticas a nuevas especialidades ha sido un importante hito. “Además de las cirugías ya consolidadas del tracto gástrico y urológico, la aplicación de esta tecnología en ortopedia ha sido destacada. La cirugía robótica ofrece mayor precisión y control, reduciendo el tiempo quirúrgico y optimizando los resultados clínicos”, anota Fernando Ganem.
El Hospital Clínica Bíblica, por su lado, también está invirtiendo en este campo, específicamente en el sistema ROSA (Robotic Surgical Assistant), que permitirá mayor precisión en implantes de cadera y rodilla. Por lo pronto, este centro de salud costarricense ha sido “pionero en el uso del primer neuronavegador de la región y el O-arm (sistema de imágenes 2D/3D intraoperatorio ), que mejora la precisión en cirugías de columna, neurocirugía y otorrinolaringología, reduciendo la radiación y mejorando la calidad de las imágenes”, según detalla el doctor Guillermo Fernández.
INVERSIONES QUE PAGAN
Tener equipos de tecnología avanzada implica inversiones de varios millones de dólares que, a la larga, traen beneficios tanto para los pacientes, como para las clínicas.
“La tecnología adecuada ofrece mayor precisión en los procedimientos, seguridad para el paciente y agilidad en los procesos, lo que resulta en menor tiempo de hospitalización y mejores resultados clínicos. Sin embargo, su verdadero valor radica en su capacidad para generar eficiencia operativa, contribuyendo así a la sostenibilidad financiera de la institución de salud”, manifiesta Fernando Ganem.
De cara al paciente, según Manuel Marroquín, tener la infraestructura y equipamiento adecuado influye significativamente en la seguridad del paciente “con relación a la precisión con la que permite a nuestros cirujanos hacer intervenciones de baja, mediana y alta complejidad”.
Sandro Stapleton añade: “Para una clínica, definitivamente permite mejorar la eficiencia operativa, reducir tiempos de diagnóstico y tratamiento, y optimizar los recursos para no hacer procedimientos innecesarios o reducir riesgos”.
Si bien para el presidente de Comsalud, existe mucho interés de los actores de salud, especialmente de las clínicas privadas, de adquirir equipamiento, surgen barreras de tipo presupuestal, pero también regulatorias, como el Régimen Especial de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) en Perú que desincentivaría la importación de equipamiento médico para los hospitales y clínicas, ya que este establece que las empresas que importan esta maquinaria tienen que encargarse de recolectar los residuos electrónicos y quien no cumpla recibirán multas.
Pese a estos desafíos, la inversión en tecnología y equipamiento médico por parte de instituciones privadas en Latinoamérica es creciente y está transformando la atención sanitaria. La modernización de los equipos y la integración de nuevas tecnologías están permitiendo un diagnóstico y tratamiento más eficaces, de enfermedades complejas que afectan a millones de latinoamericanos.