El potencial hidrocarburífero de la cuenca Madre de Dios equivale a US$ 475.000 millones, lo que representa más de 10 veces el PIB del país, calculado en US$ 43.000 millones en 2022, informó YPFB.
En lo que va del año, la importación de combustibles (diésel oíl y gasolina) y la logística que conlleva ese proceso, superó los US$ 3.000 millones erogados por el Estado boliviano, informó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
“Entre diésel y gasolina los costos de importación están superando los US$ 3.000 millones y sin duda ese es un efecto que de alguna manera tenemos que reducir”, indicó la autoridad el domingo en entrevista con el canal estatal Bolivia Tv.
Afirmó que el costo erogado por el Estado incluye los gastos en la importación de aditivos y el transporte para internarlos al país.
Este medio publicó el 28 de noviembre que al tercer trimestre de este año, Bolivia importó combustibles por un valor de US$ 2.059,3 millones: US$ 723,9 millones en gasolina y US$ 1.335,3 millones en diésel, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) extraídos.
Importación
Respecto a igual periodo del año pasado, la compra de esos carburantes fue menor en un 5% ya que a septiembre de 2022 se pagó US$ 2.179 millones. Para gasolina se destinó US$ 696,1 millones y para diésel US$ 1.482,9 millones. La gestión pasada, la importación de combustibles cerró en US$ 2.999,1 millones.
Con relación al periodo enero-septiembre de 2021, la importación tuvo un valor de US$ 898,7 millones: US$ 268 millones en gasolina y US$ 630,7 millones en diésel, y un total de US$ 1.588 millones al cierre de esa gestión.
Para reducir los costos en la compra de combustibles, el Gobierno boliviano del presidente Luis Arce determinó realizar inversiones en proyectos de reversión de oleoductos para la importación de crudo, además de diversificar los puntos de ingreso para la compra del diésel, de la gasolina y aditivos.
Molina cuestionó que este proceso no se haya realizado hace más de una década, por lo que ahora queda impulsar de manera “seria y responsable proyectos que nos permitan bajar estos costos”.
También se suman los proyectos de exploración que realiza Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en nuevas áreas petroleras, como la cuenca Madre de Dios, en el norte del país.
El potencial hidrocarburífero de la cuenca Madre de Dios equivale a US$ 475.000 millones, lo que representa más de 10 veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, calculado en US$ 43.000 millones en 2022, informó YPFB.
En el proyecto del Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas prevé destinar aproximadamente US$ 3.596 millones para la importación de combustibles, una cifra histórica. El año pasado se erogó US$ 2.999 millones.
El Gobierno indicó que los recursos que se prevé destinar el siguiente año tiene el objetivo de mantener una estabilidad económica pese al contexto externo, que es azotado por los conflictos bélicos en Europa y Medio Oriente y la crisis climática mundial.