El Instituto Federal de Telecomunicaciones emprendió un “Plan D” que justifica su existencia y el empleo de 1.428 mexicanos, que durante el gobierno de López Obrador fueron trasladados a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, a través de un esquema todavía desconocido.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones de México (IFT) contactó a Claudia Sheinbaum, candidata ganadora de la elección presidencial mexicana, para iniciar un diálogo sobre la relevancia de contar con un regulador autónomo en las industrias de telefonía, Internet, radio, televisión y otros servicios relacionados con la conectividad de los mexicanos.
La desaparición del IFT como existe hoy —órgano autónomo protegido todavía por la reforma constitucional de 2013 y uno de los reguladores de telecomunicaciones más reconocidos de América Latina, como la novedosa CRC de Colombia que se hizo con más atribuciones regulatorias y la poderosa Anatel de Brasil que logró la licitación 5G más exitosa del mundo—, está incluida en el paquete de 18 reformas bautizadas como “Plan C” que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha encargado a Claudia Sheinbaum ejecutar a partir de septiembre.
El IFT es reconocido incluso por el regulador Ofcom del Reino Unido, pues esa entidad se inspiró en la experiencia del regulador mexicano en materia de portabilidad numérica.
La Anatel de Brasil y el IFT de México también recién mantuvieron su visión ante la de Estados Unidos sobre el futuro de la banda de los 6 GHz que ese país quería imponer para toda América , para que ese espectro pueda ser utilizado por diferentes tecnologías de conectividad de las personas en tiempos del 5G.
La justificación en público del gobierno federal para desaparecer al IFT y otros órganos autónomos es el costo que significa su operación para los mexicanos, si bien el Instituto Federal de Telecomunicaciones había recaudado 68.430,46 millones de pesos (US$ 3.400 millones) por su trabajo regulatorio a favor de la Tesorería de la Federación en la primera mitad del gobierno de López Obrador y todavía entre enero y marzo de 2024, el IFT recaudó para el gobierno un total de 12.790 millones de pesos (US$ 730,2 millones), recursos que en parte financiaron los programas sociales de la 4T.
Recientemente la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, descartó una próxima reunión con el Inai, otro de los reguladores autónomos, con el argumento de que la reforma relacionada con estas entidades no está prevista para discutirse en los primeros días de septiembre —cuando inicia la nueva legislatura en el Congreso de la Unión—dentro del “Plan C”.
A pesar de ello, el Instituto Federal de Telecomunicaciones emprendió un “Plan D” que justifica su existencia y el empleo de 1.428 mexicanos, que de pasar el Congreso el “Plan C”, serían trasladados a la Secretaría de Infraestructura , Comunicaciones y Transportes ( SICT), a través de un esquema todavía desconocido.
El IFT comenzó entonces un “Plan D” con el equipo de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, a fin de que continúe su autonomía y especialidad técnica que ha permitido mayores equilibrios en el sector:
"Nosotros estamos pendientes de cómo se va desarrollar el proceso legislativo, atendiendo también lo que la presidenta electa ha señalado y en función de eso, nosotros vamos a aportar los elementos que estén del lado del IFT, con especialización técnica para que se tomen las mejores decisiones. en beneficio del país", dijo Javier Juárez, comisionado presidente del IFT.
Arturo Robles , comisionado del IFT con especialidad en materia técnica, detalló más en el contacto de esta autoridad con el equipo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
“En cuanto la autoridad confirmó los cómputos distritales, el pleno del IFT mandó por canales institucionales al equipo de campaña ya la propia doctora Sheinbaum el interés y la invitación a iniciar un diálogo”.
“Iniciar un diálogo para mostrar los beneficios que tiene un modelo (de regulador) como el actual; que tiene independencia y autonomía y cómo ha funcionado mucho más que otros modelos, para que en el momento que se tome la decisión… Porque quienes las tengan que tomar, tengan toda la información disponible y vean, por ejemplo, con que ha crecido el Internet , con que hay más canales de televisión; con que cada vez tiene más servicios los usuarios, gracias a un modelo como el actual que es de autonomía e independencia de otros poderes y eso es lo que ha permitido avanzar”, dijo Arturo Robles.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quiere asignar las funciones del IFT a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Así, el trabajo que hoy hace el IFT quedaría en manos de una oficina subordinada de la SICT que respondería más rápidamente a los intereses del Poder Ejecutivo Federal y con una figura jurídica muy similar a la del Ente Nacional de Comunicaciones de Argentina (Enacom).
La iniciativa de reforma promovida en febrero pasado por López Obrador para desaparecer al IFT se sustenta con 26 palabras de un documento de 64 páginas en el que también se plantea eliminar al Inai y la Cofece.
En tres renglones de argumentación, el presidente no cita por qué es positivo eliminar al IFT en momentos en que México se muestra atractivo a la inversión por la relocalización de industrias o nearshoring que demanda de moderna infraestructura de telecomunicaciones y de un regulador especializado que transmite certidumbre.
El presidente López Obrador calificó el 5 de febrero de 2024 al Instituto Federal de Telecomunicaciones como un regulador “gigantesco” en estructura y de “elevados” salarios, e incompetente para acabar con los “monopolios”.
Sin embargo, el México que existía en el nacimiento del IFT, en 2013, no es el mismo al México de 2024:
En telefonía móvil, Telcel pasó de acaparar el 80% del negocio celular, al 60% por volumen de usuarios; Telmex, de dominar al 70% del internet fijo en 2014, a poseer el 39% de las suscripciones. AT&T, gracias al trabajo regulatorio del IFT y las inversiones de esa compañía a la creación de infraestructura, ha logrado alcanzar los 22 millones de usuarios mexicanos.
Y el Grupo Televisa se expandió de la radiodifusión a las telecomunicaciones a través de Izzi , mientras Megacable y Totalplay se han convertido en líderes en la inversión a redes de fibra por las garantías que ofrece el regulador.
Las empresas Altán Redes y CFE Telecom son dos operadoras capitalizadas por la 4T que también han apoyado la cobertura, gracias a las concesiones que el IFT les entregó.
La industria mexicana de telecomunicaciones y radiodifusión creció 144,7% entre junio de 2013 y marzo de 2022, según datos del IFT, a través de información que las compañías le envían trimestre a trimestre por obligación regulatoria de esa autoridad.