El acuerdo, que disminuye gradualmente los aranceles a cero en un lapso de 15 años, promete un impacto significativo en los costos asociados al transporte, beneficiando al sector exportador agrícola-agroindustrial.
Desde el puerto de Ningbo y con destino a Guayaquil, un primer lote de vehículos chinos zarpó ayer lunes hacia Ecuador bajo el nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC), marcando el inicio de las exportaciones bajo este nuevo acuerdo comercial.
Anteriormente, los vehículos que ingresaban al país desde China pagaban 40% de arancel, recordó Christian Cazar, gerente de la marca de vehículos Chery en Ecuador. A partir de este año, se reducirá progresivamente el arancel de 2,7% anualmente, hasta alcanzar el 0% en un lapso de 15 años, es decir, en 2038.
Cabe recordar que según información de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (CINAE), la venta de autos chinos se incrementó en 2022. En promedio, cuatro de cada 10 autos vendidos en el país son de origen chino.
Por otro lado, particularmente para el sector exportador agrícola-agroindustrial, que requiere un uso significativo de vehículos de trabajo para el transporte de insumos a zonas de difícil acceso y traslado de productos a centros de acopio o procesamiento, la reducción arancelaria puede significar un mayor acceso a vehículos modernos.
“Esto permitiría reducir los tiempos de transporte y, consecuentemente, los costos asociados al mismo”, dijo Felipe Ribadeneira, presidente ejecutivo de Fedexpor.
Es así como detalla que gran parte de la importación de camiones dejará de pagar el arancel del 5%, mientras que las camionetas de trabajo empezarán a tener una reducción arancelaria progresiva, lo cual significa un ahorro para la adquisición de estos vehículos.
“Alienta la renovación de la flota vehicular en el país e incentiva un aumento de la disponibilidad de camiones y camionetas”, agrega Ribadeneira. “También existirá una reducción de los costos operativos para exportadores y proveedores de servicios logísticos de la cadena de exportación”.
Son alrededor de 600 empresas exportadoras las que se benefician del nuevo acuerdo comercial, pues actualmente la oferta exportable de Ecuador hacia el gigante asiático se enfrenta a aranceles que totalizan los US$ 140 millones y, por otro lado, lo que paga el productor ecuatoriano para importar materias primas y bienes de capital desde China asciende a US$ 300 millones, según Fedexpor
“Solamente consolidar exportaciones a una pequeña parte del mercado chino puede compararse con alcanzar un nuevo país destino de nuestras exportaciones”, sostuvo Ribadeneria.
Esto porque las economías de Ecuador y China son complementarias. Mientras que Ecuador es un importante exportador a nivel mundial de alimentos, China se ubica como el segundo importador más importante del mundo de alimentos. A su vez, el gigante asiático es un relevante exportador de bienes de capital y materias primas necesarias para tecnificar la producción, mientras que Ecuador no necesariamente produce todos los insumos que su industria necesita para tecnificarse.
En este sentido, la Federación Ecuatoriana de Exportadores estima un incremento acumulado, en los primeros cinco años de vigencia del acuerdo, de US$ 1.000 millones adicionales en exportaciones no petroleras.