El congestionamiento ocurrido el 2 de agosto tardó dos días en normalizar su operación, afectó a las cadenas de suministro, así como el encarecimiento de productos, reagendar citas. Uno de los retos es la brecha digital en los sistemas aduanales respecto a Estados Unidos.

El congestionamiento ocurrido en el Puerto de Manzanillo el pasado 2 de agosto, tardó dos días en normalizar su operación.

Esto afectó a las cadenas de suministro que incurrieron en gastos de estadías, distribución, almacenaje, transporte, seguridad, saturación de almacenaje, encarecimiento de productos y servicios, comentó Héctor Romero, vocero de Top Flotillas y Logex.

El retraso por una falla en el sistema para el ingreso a la Aduana del Puerto de Manzanillo, “provocó un aumento de citas tardías, que los transportistas estuvieran varados más de 30 horas sin poder ingresar a cargar o entregar exportaciones”.

“El puerto tardó dos días aproximadamente en normalizar su operación. Los diferentes almacenes dieron apertura para ingreso de transportes independientemente de las citas vencidas, las cuales no se cobraron al reagendar. Lamentablemente este cuello de botella (se habla de una fila de vehículos en decenas de kilómetros), resultó en la muerte de un operador foráneo por falta de atención médica”, subrayó el vocero.

Un retraso de esta magnitud en uno de los puertos más importantes del país, donde entran y salen mercancías y materia prima no es cosa menor en los mercados internacionales y el nacional, alertó.

La importancia del Puerto marítimo de Manzanillo, Colima, se puede observar en el número de operaciones que realiza para importar y exportar. En octubre de 2023 realizó 81,480 operaciones de importación, con un valor de 101,817 millones 444,984 pesos; mientras que hubo 11,805 operaciones de exportación, con un valor de operación de 21,934 millones 926,260 pesos, según datos de Aduanas del gobierno federal.

Por otra parte, la principal preocupación para el transporte de mercancías hacia Estados Unidos, dijo Héctor Romero, “es que hay una brecha digital entre ambos (países), por lo que sus sistemas no están conectados, especialmente en materia aduanal”.

Destacó que hay buenos procesos de comunicación, sin embargo, en el tema de los datos no sucede lo mismo, “cada uno está construyendo diferentes plataformas de datos por lo que tiene que haber estandarización donde los países puedan comunicarse para realizar estos procesos de manera más eficiente”.

También les preocupa la competencia directa con carriers americanos, pues el T-MEC permite al gobierno de Estados Unidos rechazar permisos a transportes mexicanos si consideran que están “acaparando”.

En cuanto a la infraestructura carretera en conjunto con la inseguridad en los principales puntos fronterizos: Nuevo Laredo y Tijuana, hacen que las empresas transportistas estén expuestas a sufrir retraso y pérdidas, a esto se añade el desconocimiento de las fuerzas armadas en la Administración de Aduanas, lo que impacta en costos y gastos para las cadenas de suministro, mencionó.

Citando los datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en 2023 México realizó exportaciones con un valor de US$ 475.606 millones, mientras que las importaciones sumaron US$ 323.227 millones.