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Tiyapuy y la revolución silenciosa de la papa nativa en Perú
Martes, Julio 9, 2024 - 11:30
Fuente: Tiyapuy

La marca de snacks andinos nacida en la pandemia de COVID-19 ofrece una propuesta que ha cruzado las fronteras bajo la consigna de revalorizar la alimentación saludable y el trabajo de los pequeños agricultores. 

Es uno de los alimentos más difundidos y consumidos a nivel mundial. Desde su domesticación en los Andes peruanos hace milenios, la papa juega un rol clave en numerosas gastronomías, así como en los snacks, quizás sus productos derivados más famosos. Las clásicas hojuelas blancas o doradas son valoradas por su sabor y consistencia; sin embargo, no representan todo el universo existente. 

Para mayo de 2024, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce más de 5.000 variedades del conocido tubérculo. La mayoría son exclusivas de los Andes, donde abundan con distinto color, forma, gusto, entre otras cualidades.

Hablamos de las papas nativas, un conjunto de subespecies que buscan ser reivindicadas por Tiyapuy, marca peruana de snacks andinos. Fue fundada en 2020 por Carlos Añaños, empresario con experiencia en la industria de bebidas y oriundo de Ayacucho, departamento de la sierra central de Perú. 

Bajo el lema Seed of The World, Añaños planteó Tiyapuy como un homenaje a la papa nativa como alimento base de los antiguos peruanos y el mundo moderno. Cabe destacar que todos los tubérculos empleados por la compañía son cultivados en las zonas altas de Ayacucho y regiones colindantes, con tal de sacar provecho de diversos pisos térmicos y microclimas. 

En plena pandemia de la COVID-19, se trabajó un concepto de branding para posicionar a las papas nativas como “joyas”. Pues aparte de ser dignas de valoración, su presencia en tierras de cultivo de difícil acceso convierte su explotación en un desafío.

Aunque hoy en día, con una presencia creciente en el mercado peruano e incursiones en México, Estados Unidos y Reino Unido, Tiyapuy parece encaminarse a honrar el significado de su nombre en quechua: “lo tiene todo”.  Pero aún hay objetivos pendientes y oportunidades que aprovechar. Y para averiguarlo, conversamos con Rafael De Córdova, CEO de Tiyapuy. 

“Nosotros nacimos para poner en valor el trabajo del agricultor del Alto Andino. Aquel pequeño agricultor que tiene dos hectáreas, que por lo general sembraba la papa nativa para el autoconsumo, incluso a veces hasta para la alimentación de su ganado. Pero a raíz de que aparece Tiyapuy, ese agricultor de Ayacucho o Huancavelica ahora tiene un cliente a quien vender sus papas. Ellos se unen por agrupaciones o asociaciones y vienen con camiones a entregarnos su papa nativa. Existe una revolución silenciosa alrededor de este concepto”, declaró De Córdova para AméricaEconomía.

En aquel 2020, mientras el coronavirus se salía de control, además de los médicos, el equipo de Tiyapuy identificó a los pequeños agricultores como los “héroes ocultos” de la pandemia. Pues en plena crisis, los campesinos no dejaron de suministrar papas a las ciudades. Rica en vitamina C, antioxidantes y carbohidratos, la papa es protagonista en manuales de dietas balanceadas, por lo que la empresa decidió crear la nueva línea de snacks bajo un enfoque saludable. 

Para lograr su cometido, Tiyapuy decidió implementar aceite de girasol alto oleico, una variedad baja en grasas saturadas importada de Europa oriental, así como sal de Maras, proveniente de Cusco (Perú). Esta combinación de insumos naturales permite a la marca prescindir de los octógonos, aquellas advertencias por exceso de grasas o azúcares, que predominan en muchos alimentos de Perú, Chile y otros países. Y si bien en el camino, hubo obstáculos importantes como la guerra de Ucrania, que encareció el precio del aceite de girasol proveniente de este país, Tiyapuy ha encontrado su nicho en el mercado peruano. 

“Tenemos un snack saludable. Esa es la primera diferenciación. Pero además tiene una propuesta de valor única: cuidar la salud del consumidor final, pero manteniendo un equilibrio en el ecosistema. Porque como las papas nativas son orgánicas están libres de químicos o de cualquier tratamiento que no sea natural”, afirma De Córdova. 

Esta diferenciación termina de consolidarse si se toma en cuenta que las papas nativas suelen ser endémicas de la sierra peruana, lo que genera amplias posibilidades para que Tiyapuy sea identificada con la marca país. Una de las variedades más empleadas en los snacks son las papas “cacho de toro”, de cáscara negra y pulpa morada. Se mezcla con otras papas, que incluyen tonos rosados y rojizos en su interior. 

EL PLAN ARTICULADO PARA CRUZAR FRONTERAS

A medida que fue ganando terreno en Perú, la ambición de Tiyapuy por cruzar las fronteras internacionales llevó a trazar un nuevo plan. La primera fase implicó alcanzar una presencia del 100% en el canal moderno de su país de origen. 

En otras palabras, los snacks andinos se hicieron presentes en aquellos locales que comercializan productos de manera masiva y donde los consumidores tienen acceso libre a una amplia gama de bienes. En el rubro de alimentos, esto incluye a los supermercados y tiendas de conveniencia. Más allá de las papas nativas, Tiyapuy ofrece otras iniciativas llamativas como snacks de quinua, camote y chifles (hojuelas de plátano frito).  

El siguiente paso consistió en apuntar a los mercados de países cercanos con perfiles de consumidores similares al peruano. Así, en los últimos cuatro años, Tiyapuy se ha expandido a Colombia, Bolivia, El Salvador y Guatemala. 

“Pero el punto inicial de la estrategia de internacionalización y donde empezamos el año pasado es México. ¿Por qué este mercado? Porque es entre ocho a diez veces más grande que el mercado peruano en snacks”, describe el CEO de la marca.

Aunque este no es el único motivo: México es la plataforma propuesta para que Tiyapuy se expanda a la costa oeste de Estados Unidos y de este modo, lucrar con la demanda de la comunidad latinoamericana y los estadounidenses curiosos. Se quiere replicar el éxito que tuvo la llegada de la marca a supermercados en Nueva Jersey, hogar de una numerosa comunidad de peruanos. 

De Córdova se muestra optimista en torno a la expansión internacional, porque cree que adquirir un empaque con decoraciones andinas y que presenta papas de colores es lo suficientemente vistoso para el público foráneo.

“Además, hemos presentado latas y tubos de papas conmemorativos. Nuestra ilusión es que cuando alguien visite nuestro país se lleve estas presentaciones como souvenirs. Y que digan: “me llevé la joya de Perú”. Queremos que Tiyapuy sea parte de la experiencia turística del país”, afirma De Córdova.

Al otro lado del Atlántico, Tiyapuy también ha comenzado a forjar raíces. En Reino Unido, la marca ya cuenta con un distribuidor y ya firmó una alianza con Promperú, el organismo de promoción turística del Estado peruano, para impulsar los snacks en tierras británicas. Mientras que en el continente europeo, los productos ya son exportados a países como España, Francia y recientemente, Suiza.

“He tenido la oportunidad de promover las papas nativas en ferias del Reino Unido y a los británicos les parece increíble que hayan unas papas de colores y nos preguntan qué colorantes usamos. Cuando descubren que es un color natural, lo ven como una novedad que los impulsa a probar y a diferenciar el sabor de las provenientes de Países Bajos, Bélgica o Irlanda”, cuenta el gerente de Tiyapuy.

Por otro lado, para que los snacks lleguen a su destino final en una tienda peruana o una feria europea, se pone en marcha la tecnología blockchain. En palabras de su gerente, Tiyapuy utiliza un modelo que permite detectar o registrar el momento en que una papa fue sembrada y cosechada. 

Los datos recopilados abarcan incluso quién sembró la planta y cuándo se produjo. Para acceder a esta información, se recurre a un código QR, que está marcado en el dorso de la etiqueta del producto. De Córdova asevera que este sistema se lleva a cabo por razones de organización, pero también busca reconocer el trabajo de cada agricultor.

ACTUALIDAD EN PERÚ Y NUEVOS PROYECTOS

Pero una cosa es casi segura: la posición actual de Tiyapuy en Perú no sería la misma sin un incidente ocurrido a inicios de 2024. El 29 de enero, la planta de la multinacional PepsiCo, ubicada en el distrito limeño de Santa Anita, sufrió el desprendimiento de un tanque de agua. Este hecho y las muertes de tres trabajadores como consecuencia, obligó a la empresa a suspender la producción de populares snacks como Doritos, Cheese Trees y Papas Lay’s. 

Con el paso de las semanas, la compañía decidió importar estos productos desde sus fábricas en Ecuador y Colombia para cubrir la demanda. Pero el vacío dejado en el mercado peruano ha sido grande y las marcas locales han sido las más beneficiadas. Si bien, Rafael De Córdova admite que las ventas de Tiyapuy crecieron desde entonces, considera que lo más valioso de este periodo es que más consumidores se animaron a probar snacks saludables, en detrimento de las propuestas tradicionales.

“Queremos demostrar que comer saludable también significa comer rico. Eso significa que hemos tenido la oportunidad de que más usuarios prueben la papa nativa y gracias a ello, nuestras ventas pudieron crecer en dos dígitos durante todo el primer semestre del año. Pero sobre todo, reconozco que este impulso se ha visto más el segundo trimestre, al punto que crecimos más del 20% con respecto al primer trimestre”, celebra De Córdova. 

Entre las novedades más frescas de la marca, se encuentra la apertura de su planta industrial en Lurín, a las afueras de Lima, bajo una inversión de US$ 15 millones. Es un proyecto de infraestructura que le permitirá duplicar la producción alcanzada en 2023 y así alivianar los efectos de la recesión que aqueja a la economía peruana. 

En cuanto a los productos novedosos de Tiyapuy, destaca la línea de café orgánico, proveniente del VRAEM, una región de la selva alta peruana, tristemente célebre por incursiones del terrorismo y narcotráfico. Al igual que en el caso de las papas nativas, los caficultores reciben acceso al mercado, mejores tarifas de compra y a cambio, se les exige entregar los mejores granos: 86 puntos de taza o más. 

Más recientemente, se encuentra la línea de papas nativas prefritas, lanzada el 31 de mayo en pleno Día Internacional de la Papa. Es un producto destinado a hoteles y restaurantes, los cuales increíblemente solían importar el 85% de papas listas para freír. ¿Por qué se dan estas cifras en el país donde nació “la semilla del mundo”? 

“Simplemente, porque la papa importada tiene un precio más competitivo que la nuestra. Ellos manejan volúmenes regionales y tecnología a gran escala. Y segundo, no había mucha disponibilidad de la papa nativa peruana, porque nuestros rendimientos son menores por hectárea”, explica De Córdova. De esta manera, Tiyapuy se abre paso en nuevos rubros como parte del camino de una marca que busca posicionar en el mapa un alimento tan conocido y desconocido a la vez por el ser humano promedio. 

Autores

Sergio Herrera Deza