El nearshoring es una gran oportunidad; el sector eléctrico puede ayudar a detonarla o convertirse en un cuello de botella, dice Abraham Zamora, presidente de la Asociación Mexicana de Energía.
Para que se materialicen las enormes oportunidades que ofrece el nearshoring es necesario que se hagan algunas tareas pendientes en el sector eléctrico, advierte Abraham Zamora, presidente de la Asociación Mexicana de Energía: “lo primero es que se conecten a la red de transmisión activos que están construidos pero su producción no puede subirse a la red. Segundo, es clave que se reactiven los trámites y permisos para proyectos, por parte del Gobierno. Es importante que la inversión se reactive, donde el Gobierno determine que hacen falta los proyectos. Muy importante, también, es que se hagan las inversiones en la red de transmisión y distribución, esta es una actividad que está reservada a la CFE... Si queremos precios competitivos, energías limpias y un sistema confiable, tenemos que incrementar inversiones. El gobierno no puede solo, tampoco el sector privado”.
En México y en el mundo no se han hecho inversiones en electricidad al ritmo que se requiere, dice Zamora. De los 32,000 millones de dólares de inversión extranjera directa que llegó en el último trimestre del año pasado, solamente el 7% se destina a proyectos de electricidad.
La Asociación Mexicana de Energía agrupa a las 17 principales empresas generadoras de electricidad en México. Su presidente es optimista “Es el nearshoring, pero también un diálogo de mejor calidad entre el Gobierno y el sector privado, que se refleja entre otras cosas en las alianzas que está anunciando la CFE con algunas empresas. Hay, un mejor entendimiento de los retos relacionados con la transición energética y la seguridad: no es una sobre otra. Las dos son prioritarias y deben ir juntas”.
Abraham Zamora proyecta que los próximos dos años serán excelentes para el sector eléctrico en México.
“El 2023 y 2024 serán muy buenos”, afirma. La cumbre trinacional de presidentes generó buenas expectativas para el sector energético. “Creo que puede haber un cambio de tendencia en los próximos dos años. El nearshoring podría traer US$ 35.000 millones en nuevas inversiones a México según el BID y eso producirá la necesidad de tener mas capacidad de respuesta en el sector eléctrico, para abastecer a las empresas que llegarán”.
En los últimos años la inversión en el sector eléctrico creció menos de 2% por año mientras que la demanda se incrementó a un ritmo de 2.8% anual. Las inversiones necesarias en el sector eléctrico superan la cifra de los 102,000 millones de dólares, desde ahora hasta el 2035, de acuerdo con el Programa para el Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (Prodesen). Estas incluyen los gastos en operación y mantenimiento, así como inversiones importantes en transmisión y generación, actividades que fueron reservadas para la CFE en la reforma del 2014. “Debemos encontrar una solución a los retos de seguridad. El 84% de las declaraciones nacionales de emergencia se deben a fallas en la red nacional de trasmisión. Estas se decretan cuando el sistema pierde la capacidad para atender la demanda en las horas críticas”.
La seguridad pasó a un primer plano en el debate sobre el sector energético a raíz de dos sucesos: la guerra en Ucrania y la crisis de Texas en el 2021.
“Antes de esto, se hablaba mucho de transición a fuentes de energía limpias y relativamente poco de seguridad de abasto. Ahora queda claro que necesitamos las dos, el sistema requiere un suministro confiable y también debe dar pasos firmes para producir cada vez más energías limpias”.
En energías limpias, el Prodesen había calculado que la inversión necesaria sería 17,000 millones de dólares. Este número deberá crecer, porque los 17,000 millones se habían calculado con un compromiso de generar 22% del total con renovables.
A partir de la COP 28, el compromiso es de 35 por ciento. En vez de incrementar la capacidad en 30 gigas de energía renovable, tendremos que aumentarla en 56 gigas, dice Zamora.
Un aspecto que considerar es el enorme potencial que tiene México en renovable. Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos dice que México tiene el potencial para generar más de 100 veces su demanda eléctrica a través de sol y viento, pero sólo utilizamos un 2% de ese potencial.
Las necesidades de inversión están. Lo mismo que el interés de las empresas.
“México es un gran país como destino de inversión. Es fundamental contar con certidumbre en las reglas, dice el presidente de la AME, “Cuando empiezas a desarrollar un proyecto, pasan tres o cuatro años en los que empiezan a producir. La vida útil puede ir de 15 a 30 años. Son inversiones de muy largo plazo. Saben que en Estados Unidos, España, llegan gobiernos que pueden pensar diferente, pero se mantiene en lo fundamental el marco legal. En todo el mundo, el Gobierno determina la política energética y se encarga de que haya estabilidad en las reglas del juego”.
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