La firma que participa en el sistema de transporte público mexicano Cablebús indicó que el país es un ejemplo para la región en darle un uso más allá del turístico a los teleféricos.
Con un contrato por 2.925,5 millones de pesos (US$150,4 millones) para liderar el desarrollo de la Línea 1 del sistema de transporte público CableBús, en la Ciudad de México, la firma austriaca Doppelmayr “está lista” para llevar su tecnología a más ciudades de América Latina (AL) que apuesten a la movilidad por aire, afirmó su director en México, Konstantinos Panagiotou.
“Ya estamos en lugares como Bolivia y Colombia, pero vemos una creciente tendencia de uso de teleféricos porque son muy prácticos, seguros y ecológicos. Estar en México será un gran ejemplo para toda la región de darles un uso más allá del turístico. Las ciudades ya no tienen espacios para hacer avenidas y poner más coches o implementar otros sistemas”, comentó.
En entrevista, Panagiotou recordó que en su portafolios de proyectos en el país están el aerotrén del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el teleférico de las Barrancas del Cobre y el de las grutas de García en Nuevo León. “Ahora mismo estamos haciendo un nuevo teleférico para una firma hotelera que tendrá una extensión de 3.4 km y cinco estaciones. Los detalles se darán a conocer en su momento”, dijo.
- ¿Qué oportunidades encuentran en México para crecer?
Muchas, estar a cargo del Cablebús que irá de Indios Verdes a Cuautepec, que es el primero que se hará en la Ciudad de México y debe estar terminado para finales del 2020, será un referente. Este proyecto es la muestra de que vale la pena trabajar juntos gobierno-sector privado y por su relevancia decidimos poner la mejor cabina que tenemos (para 10 personas), la cual ganó un premio recientemente en Europa, donde nacimos hace más de 100 años.
- Les adjudicaron la obra luego de dos licitaciones declaradas desiertas por el Órgano Regulador de Transporte, ¿qué experiencia les quedó?
Sí, fue un proceso largo pero muy limpio. Como en toda licitación hay momentos complejos, pero cumplimos con todos los requerimientos. La licitación se tardó más de lo esperado precisamente para que se cuidara bien todo y eso ocurrió.
- Actualmente se habla mucho del tema de corrupción, y ustedes participaron en un concurso relevante para la ciudad por el monto a destinar.
Estamos en este país desde el 2005 con derechos y obligaciones. Cumplimos con lo establecido. La palabra corrupción no es mexicana, es de todo el mundo y existe en todos los idiomas. La experiencia del proceso fue buena, limpia y contó con la observación en todo momento de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, que dejará su reporte por escrito. Ahora nos dedicaremos a coordinar a los cerca de 1,000 trabajadores que requerimos para terminar en tiempo y forma.