Londres lanzará a las calles el primer autobús eléctrico de dos pisos, con el fin de mejorar la calidad del aire de la ciudad.

Los autobuses de dos pisos siempre han estado a la cola en la migración hacia los vehículos eléctricos. Hay dos razones para que esto sea así. La primera es que este tipo de autobuses no se utilizan mucho y es una simple cuestión de oferta y demanda el que hayan quedado relegados.

El otro es un motivo técnico: son demasiado pesados para los motores eléctricos, que tienen menos fuerza que los de diésel o gasolina. En Londres, que es el sitio perfecto para darle la vuelta al primer motivo, han resuelto también la segunda dificultad.

El alcalde de la ciudad Boris Johnson anunció que en el mes de octubre el primer autobús eléctrico de dos pisos entrará en pruebas. Hará la ruta 16, que va de Cricklewood a la transitada Victoria Station. La idea detrás de este proyecto es reducir la polución del aire que se respira en Londres.

Un estudio del King College London que midió la calidad del aire señalaba que la estrecha arteria central de Oxford Street, por donde pasan numerosas líneas de autobús, tenía uno de los niveles de contaminación más altos del mundo.

Hasta ahora había sido demasiado caro llevar la tecnología eléctrica a los autobuses de dos pisos, pero Transport for London, la autoridad para la movilidad de la urbe, confía en que a partir de las pruebas de octubre vengan nuevos vehículos de este tipo. Será un ensayo, no solo a nivel funcional, sino también a nivel de costes operativos.

Aparte de este primero autobús eléctrico de dos pisos, ya existen otros ocho autobuses sencillos propulsados por electricidad en las calles de Londres. En cuanto a los actuales modelos de dos pisos, que llevan más de un siglo en funcionamiento, su conversión tendrá beneficios directos para una parte de los ciudadanos. Tal vez el cambio en la calidad global del aire no se perciba, pero los pulmones del ciclista que rueda tras la estela de estos gigantes agradecerán la diferencia.

La movilidad pública está apostando por la electricidad también en España. Dentro del proyecto CityMobil 2 está previsto que León y San Sebastián, entre otras ciudades europeas, prueben un miniautobús eléctrico que además no tendrá conductor. La iniciativa lleva va más allá del aspecto energético y experimenta con una tecnología tan nueva como la automatización de los vehículos.

Otro paso más allá también han ido en Corea del Sur, donde se probará un autobús eléctrico que recarga su batería mientras recorre las calles.