"No nos hemos rendido, la lucha por el mar la llevamos en la sangre", ha manifestado la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez.

La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha anunciado este lunes que el país retomará "sin demagogia y con firmeza" su histórica reivindicación de lograr una salida al mar, una vez se haya solventado la crisis sanitaria global a causa de la pandemia de coronavirus.

"No nos hemos rendido, la lucha por el mar la llevamos en la sangre", ha manifestado Áñez, quien a su vez a señalado al Gobierno anterior y a sus medidas "improvisadas" como responsables de haber fallado en una demanda que data desde 1904, cuando se firmó un tratado de paz con Chile, con quien había batallado en la guerra del Pacífico (1879-1884) donde Bolivia perdió su salida al océano.

"Hace un par de años recibimos malas noticias en nuestra pelea por el mar y fueron malas noticias porque primaron intereses políticos y personales, primó la improvisación", ha recordado Áñez en relación a la decisión en contra del Tribunal Internacional de Justicia (CIJ) a la demanda de Bolivia contra Chile para lograr una salida soberana al Pacífico a través del diálogo.

"Que viva el mar y nuestra historia heroica, que Dios bendiga y proteja a nuestras familias", expresó Áñez durante su intervención en el Palacio de Gobierno, transmitida por medios de comunicación estatales.

Por otro lado, la autoproclamada presidenta interina ha apelado al patriotismo de los bolivianos para lograr acabar con la pandemia del coronavirus en el país, que hasta la fecha ha confirmado 27 casos.

Una vez vencida, su Gobierno llevará a cabo una nueva estrategia para lograr una salida al mar, alejada de "los intereses políticos y personales" que, a su juicio, rigieron las anteriores decisiones del expresidente Evo Morales.

La CIJ decidió el 1 de octubre de 2018 fallar en contra de la demanda de Bolivia, alegando que Chile no estaba obligado a mantener ningún diálogo en relación a estas demandas. Ambos países cortaron relaciones diplomáticas en 1978, cuando fracasó la última negociación bilateral acerca de esta cuestión.