Los asambleístas que militan en el movimiento del ex presidente Rafael Correa fueron acusados por el Gobierno de Lenín Moreno de haber llamado a provocar disturbios en las violentas protestas de inicios octubre contra la eliminación del subsidio a los combustibles.
Quito. Cuatro asambleístas opositores que estaban refugiados en la embajada mexicana en Quito desde octubre viajaron a México tras recibir facilidades del Gobierno de Ecuador para el traslado, dijo este jueves el canciller José Valencia.
Los asambleístas que militan en el movimiento del ex presidente Rafael Correa fueron acusados por el Gobierno de Lenín Moreno de haber llamado a provocar disturbios en las violentas protestas de inicios octubre contra la eliminación del subsidio a los combustibles, una de las peores registradas en décadas en el país petrolero.
"Conforme a la línea de respeto a los instrumentos internacionales que ha mantenido el gobierno del Presidente Moreno, esta semana se comunicó a la Embajada de México que se brindarían las facilidades necesarias para que esos ciudadanos salgan del Ecuador", explicó Valencia.
"Hoy, en horas de la mañana, los ciudadanos en cuestión tomaron un vuelo comercial hacia la ciudad de México", agregó en una declaración de prensa.
La asambleísta Gabriela Rivadeneira, junto a otros tres opositores, han dicho que buscaron refugio en la embajada de México en Quito debido a una persecución política del Gobierno y han negado las acusaciones de una supuesta conspiración contra Moreno.
Valencia explicó que tras las violentas protestas que duraron casi dos semanas, los asambleístas habían ingresado a la embajada y solicitaron asilo diplomático al gobierno mexicano.
"El Gobierno de México informó días después que concedía el pedido", agregó el canciller, sin dar mayores detalles.
El Gobierno ecuatoriano ha dicho que detrás de las protestas de octubre estaba la intención de Correa de desestabilizar al gobierno con ayuda de "fuerzas extranjeras", mientras que la justicia investiga a varios militantes del movimiento político del exmandatario acusándolos de conspiración.
Las acusaciones han sido negadas por Correa y sus aliados.
