Desde junio de 2018, y pese a una orden judicial que lo impide, el gobierno de EE.UU. ha usado resquicios para seguir adelante con la práctica en la frontera con México, según informó la ONG Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
La ONG Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) presentó una denuncia judicial en San Diego este martes donde revela que más de 900 niños migrantes fueron separados de sus familias desde junio de 2018 en la frontera entre Estados Unidos y México, pese a una orden judicial emitida para que el gobierno de Donald Trump detuviera esa práctica.
"El Gobierno está separando sistemáticamente un gran número de familias basado en antecedentes penales menores (de los padres), en acusaciones altamente dudosas de incapacidad y errores en la identificación de relaciones de buena fe entre padres e hijos”, reza el recurso presentado por ACLU, en un intento por resolver estos casos.
Entre los ejemplos que expuso la entidad se encuentra el de un padre que fue alejado de su hija de un año porque no le cambió el pañal. En otro caso, una niña de tres años fue separada de su padre con el argumento de que no podía probar que era realmente el padre.
La familia hizo una prueba de ADN que confirmó el vínculo, pero en el intertanto la pequeña fue abusada sexualmente mientras estaba detenida.
Efecto devastador para los niños. "Es impactante que la administración Trump continúe tomando bebés de manos de sus padres”, dijo Lee Gelernt, abogado de la ACLU. "Más de 900 familias se unen a las miles de otras que antes fueron destrozadas por esta política cruel e ilegal”, agregó.
"No se debe permitir que el gobierno eluda la orden judicial por infracciones como violaciones menores de tránsito”, sostuvo.
El documento presentado por ACLU ante la Justicia recordó que el 28 de junio de 2018 un juez federal de California ordenó poner fin a la política de "Tolerancia Cero”, que permitía la separación de los niños detenidos junto a sus padres indocumentados tras cruzar la frontera con México.
El gobierno respondió que solo separaría a los padres que representaran un "riesgo” para sus hijos. ACLU dice que en la práctica esto no se ha cumplido.
"El impacto de la separación puede ser particularmente devastador para los niños pequeños”, dijo la denuncia, que insta a la corte a aclarar el criterio por el cual los niños pueden ser separados de sus padres.