Trump ha dicho que enviará tropas a la frontera sur de EEE.UU. para detener la "invasión", mientras que López Obrador busca ayudar a sus "hermanos migrantes" y persuadir a su homólogo estadounidense para que contribuya a un plan para promover el desarrollo en Centroamérica.
Ciudad de México. Una serie de caravanas de migrantes centroamericanos con destino hacia Estados Unidos podría enturbiar el acercamiento entre el próximo líder de México y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha criticado la migración ilegal para dinamizar su base electoral.
Andrés Manuel López Obrador, el veterano izquierdista que asumirá como presidente de México en diciembre, ha señalado que espera reparar los lazos bilaterales dañados por las críticas del republicano a México por no haber logrado frenar la migración, y su intención de construir un muro fronterizo entre ambos países.
Desde lados opuestos del espectro político, López Obrador y Trump han desafiado hasta ahora los temores de que pudieran enfrentarse y ambos políticos ayudaron a encontrar un terreno común para un nuevo acuerdo comercial de Norteamérica.
Sin embargo, una serie de caravanas de migrantes centroamericanos que han ingresado a México en las últimas semanas reavivaron las tensiones, antes de las elecciones legislativas del martes en Estados Unidos.
Trump amenazó con cerrar la frontera entre Estados Unidos y México si no se detiene a los migrantes.
"Este es uno de los posibles puntos de conflicto que podrían acabar con la buena relación entre López Obrador y Trump", dijo a Reuters Arturo Sarukhan, un exembajador de México en Estados Unidos.
Tras la victoria electoral de Trump en el 2016, las relaciones entre los dos vecinos llegaron a su punto más bajo en años.
Durante la campaña, el republicano prometió repetidamente hacer pagar a México por un muro fronterizo para mantener alejados a los migrantes. Además, Trump acusó a México de enviar violadores y narcotraficantes a territorio estadounidense.
Las tensiones relativas a la migración se extendieron a los asuntos económicos.
Trump intentó usar la seguridad fronteriza para obtener concesiones en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), amenazando con acabar con el pacto antes de que Canadá, Estados Unidos y México llegaran a un acuerdo el 30 de septiembre.
México envía el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos y la renegociación del TLCAN sacudió a los mercados financieros de México y afectó a las inversiones.
Desde que una caravana de hondureños salió de la ciudad de San Pedro Sula el 13 de octubre, varios miles de centroamericanos han cruzado a México.
Trump dijo que enviará tropas a la frontera sur de Estados Unidos para detener lo que él describe como una "invasión".
López Obrador, por el contrario, ofreció ayudar a sus "hermanos migrantes" con visas y empleo. Quiere persuadir a Trump para que contribuya a un plan para promover el desarrollo en Centroamérica y las zonas más pobres en el sur de México.
Sin embargo, Sarukhan dijo que es casi seguro que Trump continuará haciendo una campaña divisiva sobre la seguridad fronteriza y la migración, ya que la carrera por la elección presidencial de Estados Unidos en 2020 se acerca.
"Dado la dinámica actual en Estados Unidos, es difícil para mí ver cómo López Obrador se asegurará de que esto no se convierta en un punto crítico o convencerá a Trump de gastar un importante capital político, diplomático y financiero en el desarrollo holístico en Centroamérica," dijo Sarukhan.
Enfurecido por las caravanas, Trump amenazó con cortar la ayuda a Centroamérica.
Eso es lo opuesto a lo que necesita la región, dijo Héctor Vasconcelos, un legislador del partido de López Obrador Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), y que también es el jefe de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
"Es exactamente lo contrario lo que se necesita: incrementar esa ayuda, hacer programas de gran envergadura de desarrollo económico y social en Guatemala, en Honduras, en El Salvador si de veras queremos disminuir la migración de esos países," dijo Vasconcelos.
La mayoría de los migrantes dicen que están huyendo de la violencia de las pandillas y la pobreza. Sin embargo, Trump sugirió, sin proporcionar pruebas, que las caravanas podrían estar escondiendo terroristas de Oriente Medio.
El designado para ser el próximo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo a Reuters el 22 de octubre en Canadá que una vez en el cargo espera comenzar a persuadir a Estados Unidos y otros sobre los beneficios de invertir en Centroamérica.
Sin embargo, agregó: "No es muy fácil".
Palabras agudas. Desde que López Obrador ganó las elecciones presidenciales de México en julio, adoptó una actitud conciliatorio hacia Trump, destacando su deseo de tener buenas relaciones.
En privado, miembros de su equipo de transición se mostraron escépticos sobre si la buena voluntad dure mientras que se acercan los comicios presidenciales de Estados Unidos.
Si Trump regresa a la retórica que desplegó contra México durante su primera campaña electoral, podría alentar al ferozmente patriótico López Obrador a devolver el golpe.
Apenas unas semanas después de que Trump asumió el cargo en el 2017, López Obrador viajó a Estados Unidos para dirigirse a los votantes de la comunidad mexicana y criticó fuertemente al nuevo mandatario estadounidense en un discurso en Los Angeles.
"Estos astutos, pero irresponsables gobernantes neofascistas quieren construir muros para hacer de Estados Unidos un enorme gueto y equiparar a los mexicanos en general, y a nuestros paisanos migrantes en particular, con los judíos estigmatizados e injustamente perseguidos de la época de Hitler", dijo López Obrador.