La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que las prácticas intimidatorias de grupos de milicias pueden conducir a un "atropello de los DDHH de personas que migran o piden refugio".
México.- El gobierno mexicano reprobó y expresó su "profunda preocupación" por las actividades de milicianos antimigrantes en la frontera del estado estadounidense de Nuevo México, informó la cancillería.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que las prácticas intimidatorias de grupos de milicias pueden conducir a un "atropello de los derechos humanos de personas que migran o piden refugio" a Estados Unidos.
"El gobierno de México expresa su profunda preocupación ante las actividades de intimidación y extorsión a migrantes por parte de grupos de milicias en la frontera de Nuevo México", apuntó la cancillería.
La prensa estadounidense publicó el viernes que esta semana un grupo de milicianos retuvo a unos 300 migrantes que cruzaron la frontera desde México por un tramo cercano a la ciudad de Sunland Park, Nuevo México.
Los miembros de la milicia, llamada "Patriotas Constitucionales Unidos", vigilan puntos de cruce ilegal en la frontera común vestidos con ropa de camuflaje tipo militar y algunos de ellos portan fusiles, según los medios de comunicación de EEUU.
De acuerdo con los reportes, los milicianos se describen como un grupo que busca ayudar a la Patrulla Fronteriza estadounidense ante el aumento del flujo de migrantes centroamericanos que cruzan la frontera y señalan que las personas que detienen las entregan a los oficiales.
La cancillería subrayó que para el gobierno mexicano las acciones de seguridad en la frontera que sean ajenas a las autoridades estadounidenses representan un riesgo para los migrantes.
"Para México, las tareas de patrullaje y seguridad, al margen de las estructuras legales del gobierno federal de ese país, constituyen asimismo un riesgo para la seguridad humana de los migrantes", apuntó.
El flujo de centroamericanos que transita por México rumbo a su frontera con Estados Unidos se ha registrado desde hace varios años, sin embargo aumentó a partir de finales de 2018 tras la formación de las masivas caravanas.
El gobierno de Estados Unidos ha insistido en las últimas semanas que la oleada saturó su sistema migratorio, pues sólo en marzo la Patrulla Fronteriza detuvo o impidió el ingreso de unos 103.000 migrantes en la frontera.
En los últimos días las autoridades estadounidenses retiraron incluso personal de aduanas en transitadas garitas de la frontera común para que apoyaran tareas migratorias, lo cual provocó retrasos en el cruce legal de mercancía y personas.
El gobierno mexicano ha reiterado que trabaja para regular el ingreso de los migrantes y ofrecerles empleo temporal en el sur del país, aunque funcionarios señalaron esta semana que muchos centroamericanos desoyen la propuesta porque quieren cruzar a Estados Unidos.