Los migrantes de la llamada caravana 2020, se concentraron desde la madrugada de este lunes en la aduana de Guatemala, pero ante la falta de respuesta, al mediodía, se lanzaron al río desde la localidad guatemalteca de Tecún Umán.
Cientos de centroamericanos que viajan en caravana hacia EE.UU. se lanzaron a cruzar el río Suchiate, en la frontera entre Guatemala y México, mientras las Guardias Nacionales los repelían con gases lacrimógenos, constató la AFP.
Los migrantes llegaron en la madrugada al cruce fronterizo y pidieron a agentes migratorios paso libre por México, en su intento por llegar a Estados Unidos.
Los migrantes de la llamada caravana 2020 en la que también viajan familias completas con niños pequeños, se concentraron desde la madrugada de este lunes en la aduana de Guatemala, en la ciudad Tecún Umán (suroeste).
Las autoridades guatemaltecas les permitieron ingresar al puente internacional Rodolfo Robles, que conecta a ambos países, y acercarse a unos metros de la reja del lado mexicano, fuertemente custodiada por agentes migratorios y guardias nacionales con equipos antidisturbios.
Ante la falta de respuesta, al mediodía, los migrantes se lanzaron al río desde la localidad guatemalteca de Tecún Umán. "Nos desesperamos por el calor que está afectando demasiado y más que todo es por los niños", dijo a la AFP el hondureño Elvis Martínez, de 33 años, mientras se apresuraba a saltar al río con los zapatos puestos.
Los migrantes estaban intentando cruzar el Suchiate, por donde apenas hay agua, frente a la atenta vigilancia de miembros de la Guardia Nacional, que aguardaban del lado mexicano y buscaban detener el flujo migratorio, sin éxito, según constató la agencia Efe.
En medio de gases y lanzando insultos contra los guardias mexicanos, los centroamericanos avanzaban con facilidad sobre el Suchiate, poco caudaloso en esta época del año, dejando detrás el puente fronterizo por donde se cruza legalmente.
"¡Déjennos pasar! ¡Pónganse la mano en el corazón!" gritaba Jorge, un hondureño que viaja con su esposa y dos de sus hijos pequeños.
El equipo de AFP en la zona observó que algunos habrían conseguido llegar a territorio mexicano.
El domingo, el gobierno mexicano informó que estaba aceptando el ingreso de más de 1.000 centroamericanos que llegaron en otro contingente el fin de semana, y que estudiaría los casos de cada uno, aunque advirtió que la mayoría podrían ser devueltos.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ofreció 4.000 empleos para aquellos que acepten quedarse en el sur de México. Pero Tania, una hondureña de San Pedro Sula que intentaba cruzar, dijo a la AFP: "Nos engañan, los están deportando a los que aceptaron registrarse".