Según medios locales, unos 500 hondureños llegaron a Guatemala por Puerto Barrios, desde donde avanzaron hacia la capital, donde pernoctaron. Unos cien, incluidos niños, pidieron ayuda a la Casa del Migrante antes de reanudar el viaje.
Los cientos de hondureños que este miércoles partieron de la ciudad de San Pedro Sula rumbo a Estados Unidos han llegado en las últimas horas a Guatemala, desde donde se espera que sigan avanzando hacia México, última parada antes de alcanzar su destino.
Según el diario guatemalteco 'Prensa Libre', unos 500 hondureños llegaron a última hora del miércoles a Guatemala por Puerto Barrios, desde donde avanzaron hacia la capital, donde pernoctaron. Unos cien, incluidos niños, pidieron ayuda a la Casa del Migrante antes de reanudar el viaje.
A estos 500 se les habría sumado una segunda caravana con 800 personas que ha emprendido camino en el departamento guatemalteco de Petén, en la frontera con México. "Oran y piden a Dios que les proteja", ha indicado al Red Migrante Guatemalteca en Twitter.
De acuerdo con el rotativo local, se espera que en las próximas sigan llegando migrantes hondureños a la frontera de Guatemala. Otras cien personas estarían avanzando ya hacia el cruce de Izabal.
El nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, ha recordado a los migrantes que el Gobierno mexicano ha anunciado que no les permitirá entrar al país, advirtiendo de que, una vez varados en la frontera, serán repatriados.
Los hondureños han retomado las caravanas centroamericanas que iniciaron en octubre de 2018 con viajes en grupo para protegerse de los peligros de la ruta hacia Estados Unidos, plagada de organizaciones criminales.
La Administración de Donald Trump logró frenar el flujo migratorio tras firmar una serie de acuerdos con los países centroamericanos y con México, país de tránsito, que pasan por reforzar las medidas de seguridad en sus respectivas fronteras.
Sin embargo, el fenómeno se ha reactivado. Como en las anteriores caravanas, los argumentos ofrecidos por los migrantes son la violencia y la falta de oportunidades imperantes en los países del llamado Triángulo Norte --Honduras, El Salvador y Guatemala--.
"Vamos buscando un futuro". "No tengo trabajo desde hace ocho meses, trabajaba de empleada doméstica. Espero llegar, trabajar y ayudarle a mi mamá", ha contado a 'La Prensa' Sonia López, quien viaja junto a otras 40 personas provenientes de una localidad en El Paraíso, en el sur de Honduras, y que ha dejado a su hija de 10 años al cuidado de su padre.
"Vamos buscando un futuro para los hijos, la oportunidad de tener un trabajo, tranquilidad y darle lo mejor a los nuestros", ha explicado a 'El Tiempo' Francisco Conor, un nicaragüense casado con una hondureña y que reside en Honduras. Él y su mujer, Darlen, pretenden iniciar el viaje con sus tres hijos de 8, 4 y 2 años.
"Aquí no se hace nada, lo que se nos viene a la mente es hacer cualquier cosa con tal de darle de comer a nuestros niños, pero no estamos para eso", ha añadido, asegurando que si se marchan es "porque tenemos necesidad".
Su mujer, que nunca ha podido ejercer su profesión de maestra de primaria desde que se graduó en 2011, ha destacado que "la educación cada día se vuelve más cara" y que "no hay medicamentos". "No hay recursos para todo", ha lamentado.