La encuesta revela que, si bien algunos países muestran un aumento en las opiniones populistas o en las nacionalistas, han retrocedido en otras partes del mundo. De los países de la región más cautos ante esta oleada está Chile.
La encuesta de Ipsos “Sentimiento populista y nacionalista 2019”, realizada a más de 18.000 adultos de 27 países encontró que la incidencia general del sentimiento populista en todo el mundo se ha mantenido casi sin cambios y que las actitudes nacionalistas han ganado algo de terreno.
La encuesta también revela que, si bien algunos países muestran un aumento en las opiniones populistas (Suecia, Sudáfrica, Argentina, India) o en las nacionalistas (por ejemplo, México, Suecia nuevamente y Japón), han retrocedido en otras partes del mundo (Israel, Italia, Hungría y Estados Unidos).
“En términos globales, la medición muestra un mayor acuerdo con las declaraciones populistas en comparación con la misma encuesta del 2016. Esto se explica por dos grandes razones, que son el aumento de la desconfianza hacia los políticos tradicionales -que abre la puerta a líderes más autoritarios, sin un proyecto político claro, pero que defienden medidas prácticas de corto plazo- pero también a la crisis económica internacional, que exacerba los sentimientos nacionalistas y genera rechazo a los inmigrantes”, explica el sociólogo Miguel Pinto, subgerente de Asuntos Públicos de Ipsos Chile.
De acuerdo al estudio, la mayoría de los ciudadanos de todo el mundo se sienten excluidos del “orden normal” de la vida en su país. El 70% dice que la economía está manipulada para favorecer a los ricos y poderosos. El 66% siente que a los partidos y políticos tradicionales no les importan las personas como ellos. El 54% está de acuerdo en que la sociedad de su país está dividida.
En este último ítem, Brasil y Argentina son los países de Latinoamérica con mayor percepción de un país dividido, con el 78% y 74%, respectivamente. México se ubica como el tercero en la región con este sentimiento con 61%. Más abajo aparece Chile con el 54%.
En este contexto, muchos quieren más liderazgo práctico y / o inclinación hacia las opiniones de los ciudadanos. El 64% dice que su país necesita un líder fuerte para recuperarlo de los ricos y poderosos. El 62% siente que los expertos locales no entienden la vida de personas como ellos. El 49% dice que, para solucionarlo, su país necesita un líder fuerte dispuesto a romper las reglas.
“En este escenario global, los chilenos se encuentran en un grupo de países con menor tolerancia a los líderes que están dispuestos a romper las reglas (un 42% cree que se necesita un líder fuerte). Los chilenos, si bien sienten al igual que en el resto del mundo que existen divisiones importantes en la sociedad, y que los líderes están desconectados de la realidad del ciudadano común, son más conservadores a la hora de aceptar cualquier tipo de liderazgo y a respetar en mayor medida la institucionalidad democrática”, agrega Pinto.
Respecto a actitudes nacionalistas, la investigación muestra que están en auge. El 60% dice que los empleadores deberían priorizar la contratación de personas de su país sobre los inmigrantes cuando los trabajos son escasos. El 60% no está de acuerdo con que su país estaría mejor si dejara entrar a todos los inmigrantes que quisieran ir allí. El 43% piensa que los inmigrantes les quitan servicios sociales importantes a los ciudadanos “reales” de su país.
En ese plano, Chile también aparece entre los países moderados. “La percepción de los inmigrantes también muestra a Chile en posiciones cercanas al promedio y lejos de países con mayor apoyo a las declaraciones nacionalistas. Los números indican que estamos muy lejos de Turquía, Malasia o Rusia, donde se valida ampliamente afirmaciones como que se debería privilegiar a los nativos en los puestos laborales o que el país estaría mejor si se cerraran las puertas a los inmigrantes. Eso no significa que no haya ese tipo de percepciones, pero al menos en el contexto global tienen a ser significativamente más bajas”, finaliza Miguel Pinto.