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2019: nubes en el horizonte para las energías renovables en A. Latina
Mié, 09/01/2019 - 10:12

Bruno Brunetti

2019: nubes en el horizonte para las energías renovables en A. Latina
Bruno Brunetti

Bruno Brunetti es director general y líder de Estrategia Global de Electricidad en S&P Global Platts Analytics.

El sol sigue siendo la fuente más importante para el incremento de la capacidad global de electricidad. Sin embargo, la tasa de crecimiento de la energía solar se desaceleró el año pasado y es probable que se mantenga plana en 2019, pero con notables incertidumbres por delante, incluyendo a América Latina.

S&P Global Platts Analytics estima que la capacidad adicionada globalmente declinó 10% en 2018, año con año. El crecimiento fue impactado principalmente por los cambios en las políticas de fomento en los mercados solares más grandes de China, y por la aprobación de impuestos para la importación de módulos en otros grandes mercados importadores, como Estados Unidos e India.

Se acercan nubes para América Latina

Chile cuenta con el parque fotovoltaico (FV) solar operacional más grande instalado en la región, con más de 2,1 gigawatts (GW) a noviembre de 2018, aproximadamente 10% de la capacidad total, además de 167 megawatts (MW) a punto de producirse.  No obstante, el crecimiento de la energía solar es cada vez más incierto, incluso en aquellos países considerados líderes emergentes. México es un ejemplo concreto. Con su capacidad de energía solar en el orden de los GW, en el 2018, México inauguró la planta fotovoltaica Villanueva, en Viesca, el parque solar más grande de las Américas, con una producción de 828 MW, lo cual confirma la creciente influencia que dicho país podrá tener en la producción de energía solar.

Sin embargo, la elección de Andrés Manuel López Obrador significará la revisión de la política energética del país, que podría frenar futuros avances. Las renovables no son necesariamente el punto de discordia. Más bien, lo son las inversiones privadas relacionadas con el suministro público a gran escala y las subastas. Es incierto el futuro de la anticipada subasta de renovables, dado que la nueva administración ya ha cancelado dos subastas de petróleo y gas upstream.

En principio, el crecimiento a corto plazo de la capacidad solar de México debería de seguir beneficiándose de la larga cartera de proyectos de las últimas tres subastas de renovables, las cuales asignaron 5 GW de energía solar, y posiblemente tienen a los desarrolladores trabajando a toda máquina para la entrada en operaciones. Las subastas previas presentaron precios extremadamente bajos, con un número de ofertas entre las más bajas del mundo, algo que las nuevas autoridades no pueden ignorar, y que fue ampliamente reconocido como un mecanismo eficiente para promover inversiones en renovables. En general, los enormes retrasos para construir la infraestructura de gasoductos en el país también pueden ser algo positivo para el papel de las renovables en el sector energético de México.

También en Colombia, la primera subasta de renovables, que originalmente habría ocurrido el 2 de enero, ahora se pospone hasta finales de febrero.

Con la elección de Jair Bolsonaro, las políticas energéticas en Brasil también están en riesgo. Sin embargo, gracias a subastas previas de capacidad a largo plazo, 1,9 GW de energía solar ya ha sido contratado hasta 2023 y, por lo tanto, debería de asegurar las operaciones. En 2018, se produjo aproximadamente 0,5 GW de capacidad solar, según el Operador Nacional do Sistema Elétrico (ONS) de Brasil. En Argentina, también se presentaron el difícil acceso al financiamiento, las condiciones económicas y las limitaciones de red, aunque el país avanzará con una subasta de 350 MW (solar y eólica). En las rondas previas de subasta, Argentina ha aprobado 1,7 GW de proyectos solares, con el precio más bajo, de US$ 40,4/MWh.

Con riesgos similares a la solar, el panorama para la energía eólica se ha mantenido más estable a nivel global y, en particular, en América Latina. Es importante recordar que las adiciones de capacidad eólica globales fueron del orden de 45 GW, en línea con los niveles de 2017 (46,7 GW), pero bajos en relación con los niveles alcanzados en 2015. China sigue siendo el país con más adiciones, con una capacidad acumulativa de aproximadamente 12,3 GW al final del tercer trimestre de 2018 (un alza de 40%). Con la baja progresiva de los subsidios para energía eólica terrestre, China también tomó la decisión de cambiarse a un mecanismo de subasta, con la eliminación gradual de los subsidios del gobierno. Sin embargo, China tiene una fuerte cartera de proyectos (57 GW), que todavía se puede beneficiar de los actuales y previos mecanismos de apoyo, y no se verá mayormente afectada por la transición a las subastas. 

Brasil estuvo entre los países más grandes en términos de adiciones eólicas durante 2018, con más de 1,1 GW agregados en los primeros diez meses. La capacidad eólica ahora representa aproximadamente 8% de las centrales de electricidad instaladas en Brasil, con un esperado crecimiento a futuro impulsado por las muy favorables perspectivas económicas que ofrece la energía eólica. Con el reciente cambio en Brasil del diseño de las subastas de capacidad a largo plazo, el precio medio de la eólica en la subasta más reciente (agosto pasado) fue de R$ 90/MWh (US$ 24/MWh), un incremento relativo en comparación a las subastas previas, pero aún por debajo de cualquier otra tecnología y el precio promedio de los últimos diez años para las subastas a largo plazo, de R$ 169,27/MWh (US$ 45/MWh). Este valor también está muy por debajo del costo promedio global, estimado en US$ 60/MWh, resultado en parte de factores de carga excepcionalmente fuertes, con un promedio de 45,2% en 2017 (el promedio global para la energía eólica en 2017 está estimado en 36%), y variaciones mensuales desde 30%. México también ha registrado licitaciones que no sobrepasan los US$ 20/MWh en subastas recientes, pero la cartera de proyectos llega al orden de 2,5 GW, mientras que los desarrolladores en Brasil han asegurado contratos a largo plazo por más de 4,2 GW para los próximos cinco años, convirtiendo al país en el líder latinoamericano en energía eólica.

Chile también se destaca en la región, con 1,5 GW de capacidad eólica operativa y aproximadamente 538 MW en construcción desde el noviembre pasado, pero con un número más sustancial de proyectos en su cartera (más de 9,5 GW). La cartera de proyectos en Argentina también va en alza, y llega a 3 GW, lo que podría convertirla en un nuevo punto de atracción para la energía eólica en Sudamérica.

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