Vivimos en un mundo en el que todo evoluciona y no podemos negar que los cambios tienen impacto en los individuos. Si retrocedemos en el tiempo y analizamos cómo era la educación, podremos notar que no es igual a la forma de hoy. El paso de los años generó cambios en la manera en la que se incorporaban los contenidos. Diversas teorías aseguran que hoy el foco está puesto en el alumno y sus necesidades para aprender, mientras que en el pasado la educación estaba basada en el maestro como fuente de conocimientos.

Las nuevas tecnologías también están teniendo un fuerte impacto en la educación, constituyéndose como herramientas con potencial para contribuir al proceso pedagógico. Pero su incorporación en las aulas (tanto de colegios como de universidades) no surge sólo como iniciativa de los centros de estudio, sino también como demanda de los estudiantes que ya utilizan diversas tecnologías en su vida cotidiana, están acostumbrados a ellas e identifican como pueden mejorarse diversos procesos al incorporarlas.

Una de las tecnologías que hoy ya se está implementando en universidades es cloud computing, adicionalmente, la virtualización de escritorios le permite a los estudiantes acceder a materiales desde cualquier lugar y dispositivo mejorando la forma en que profesores y estudiantes comparten información. Por ejemplo, la Universidad de Santo Tomás ya está implementando estas tecnologías para mejorar el acceso a la información y las herramientas disponibles para los estudiantes.

Y es que contribuyen a desarrollar mayores y mejores posibilidades de interacción entre alumnos, con los profesores e incluso con especialistas ubicados en otras zonas geográficas. Hoy en día es la inclusión de tecnologías en el sector educativo lo que permite ofrecer aulas virtuales, videoconferencias, acceso más simple a la información, acceso a aplicaciones útiles según cada carrera y seguridad de la data de docentes o estudiantes. Asimismo, estas tecnologías permiten que personas ubicadas en distintos lugares puedan estudiar a distancia en la universidad que elijan de una forma más eficiente.

La educación sigue reinventándose. Existen muchas herramientas que pueden mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje. Y este cambio no implica dejar la educación cara a cara, sino buscar la forma de enriquecer la experiencia del estudiante y mejorar su proceso de aprendizaje con herramientas que le permitan prepararse para el futuro.